martes, 30 de noviembre de 2010

"Sali con otras y no pude olvidarte"

¿Ruptura reciente? Una regla de oro es jamás involucrarte con un hombre que acaba de salir de una relación, en especial, una relación larga y si se trata de una larga y tortuosa, caso perdido, rápidamente, se detecta un “adicto al drama” y una no está para ofrecer rehabilitación (menos gratuita). Pueda que exista la posibilidad que se encuentren completamente superados pero ¿crees que ya la olvido? ¿De verdad lo crees? Lo que sucede es que el recuerdo está muy fresco y eso de “una cama se llena y otra se vacía” no es tan simple como suena. Si decides seguir adelante y creer ciegamente en la falsa superación del “novus solterus”, entonces, deberás de atenerte a las consecuencia, es prácticamente como si salieras con un viudo. Es decir, es sumamente importante, saber quien dejo a quien porque de acuerdo con eso podrás detectar al “abandonado”; es fácil darte cuenta si lo dejaron, los hombres parecen ser unas criaturas inocentes y, muchas veces, rebelan más información de la que deben o de la que se les pide. Entre los dejados tenemos a los “despechados” que se dedican a contarte lo atroz que fue su relación pasada que su ex era la peor y las mas abominable de las mujeres, una hiedra venenosa, un víbora malvada que debería morir en la hoguera por pérfida. Por otro lado, tenemos a los “sublimadores”, estos que no dejan de decirte lo maravillosa que era y que, en realidad, si la relación termino fue por culpa de ellos por no haberla sabido valorar. Si llegas a ese punto de la conversación, entonces, haz chocado con una pared y debes detener en claro que por más que hagas el papel de la amiga desprendida y buena él no se fijara en ti y, al parecer si lo hace, será porque eres esa mujer buena que vino a rescatarlo cuando el amor de su vida lo despreció. No te engañes porque cuando la “sublimada” decida regresar él no tendrá reparo en darte el famoso discurso de “no eres tú, soy yo”.

Querer a alguien es tan simple como respirar no lo racionalizas. Tienes toda la buena voluntad de querer a alguien pero, de pronto, te das cuenta que así lo escribas todos los días o te repitas todas las mañana “hoy voy a quererlo” no lo vas a lograr. Recuerdo que intenté explicarle a un muchacho que lo nuestro no funcionaria y me respondió “yo sé que tú me quieres pero tienes miedo”. No tuve el valor de responderle, muchas veces las personas quieren creer lo que quieren creer pero debí decirle ¿crees que si te quisiera como crees que te quiero se me cruzaría por la cabeza dejarte ir? Preferimos la mentira a la verdad, crear excusas para el ser amado, así, podemos atribuir el desamor a cualquier factor que no sea el desamor mismo.

Salimos con otros y no pudimos olvidarlo es que la frase va contra el orden natural de las cosas. Debería de ser PUDE OLVIDARTE Y EMPEZÉ A SALIR CON OTROS. Para poder hacer eso es necesario y elemental tener coraje y cortar con el pasado, si de verdad quieres curarte. Deja de inventar pendientes con esa persona y entender que es momento de seguir de frente sin estar mirando atrás esperando que venga corriendo y te alcance.Aligera el paso y si quieren alcanzarte que se esfuercen porque estuviste caminando lento mucho tiempo.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Momento Decisivo

|¿Quién no soñó con ser Julia Roberts en “pretty woman”? Quitando la parte de prostituta, claro está, todas hemos fantaseado con encontrar a ese galán de Hollywood que sea capaz de un acto heroico perdiendo la vergüenza ante el mundo mientras profesa su amor. Daria todo porque esa escena se cuele a la realidad donde Julia Roberts sobre para al escuchar el sonido del claxon de la limosina que viene a toda velocidad acompañada de una música liberadora y Richard Gere llega con ese gran ramo de flores y grita “princesa Vivian”, acto seguido, vence su temor a las alturas subiendo por las escaleras de incendio con el ramo en la boca mirando hacia abajo con terror a caerse. Ese es el momento decisivo cuando Julia piensa que todo ha terminado y ya no espera nada. Adoro ese momento cuando crees que todo acabo, yo lo llamo “línea de vida” cómo cuando el protagonista cae por un risco y crees que murió pero, en realidad, se quedo enganchado de una rama y se salva. Es que se valora más algo cuando lo damos perdido y, de pronto, lo recuperamos.

Me gusta fantasear con el momento decisivo, esa antesala al final perfecto. La famosa escena del aeropuerto, la protagonista decide aceptar ese trabajo en el extranjero para salvar morsas en algún país nórdico y JUSTO cuando es momento de abordar se levanta, toma sus cosas, suspira, da unos pasos y voltea esperando a que alguien, su alguien la detenga pero nada sucede. De pronto, aparece el amor de su vida y la alcanza agitado, jadeante recitando el discurso más increíble y convincente. Inmediatamente, ella se olvida de las morsas y corre a sus brazos y nos regalan el beso más romántico del universo. Que puedo decir, la mentira nunca termina, de niñas Disney nos miente con el final feliz y de grandes Hollywood nos engaña suciamente con el momento decisivo por eso prefiero las películas con final abierto.

A pesar de mi cinismo, sigo esperando mi “momento decisivo” porque yo di todo por perdido y sólo supe tapar el hueco en la pared con un cuadro. Hay que conservar las apariencias y de vez en cuando mirar para atrás sólo para asegurarnos que no hay nadie corriendo detrás de una. Estoy segura que siempre tomaré una pausa, siempre me demorare un tiempo extra tratando de dejarme alcanzar por si me quieren detener y disuadir de ir a salvar morsas en Alaska.

Yo no espero una garantía, quiero un discurso donde me digan que quizás nada salga bien, que probablemente hasta un día nos saquemos los ojos y llegue un día que yo sea la última persona que él quiera ver pero me prometa que aún sabiendo todo eso nos queremos lo suficiente como para atrevernos e intentarlo porque sería más loco estar separados que juntos.