domingo, 19 de junio de 2011

"Esta vez es diferente"

Siempre que me enamoro caigo en la frase “esta vez se siente diferente”, conocida frase, una vez lanzada al aire obtengo una respuesta automática: “siempre para ti es diferente” pero ¿qué tal si esta vez sí se siente completamente diferente?

Hace unas semanas me escribió un ex enamorado agradeciendo el abandono de meses atrás. Para ser honesta, cuando lo dejé no estaba haciendo ninguna obra de caridad. Me importó tan poco que terminé la “larga” relación – un mes- por correo electrónico y poco me faltó enviarlo con copia oculta para mis amigas- jactándome de mi maldad. A pesar de haberme comportado como la peor de las mujeres con este pobre muchacho que, en mi mundo, nació para amar y no para ser amado. El muchacho había visto la luz, me contaba que se había enamorado y recién comprendía que todo se trata de conexiones. Cuando estamos enamorados nos convertimos en una especie de Deepak Chopra del amor, sentimos que tenemos la misión divina de dar la buena nueva.

Es curioso esto de la memoria, todos los días conocemos a alguien nuevo pero justamente el día que conoces a esa persona, tu mente guarda ese momento. Al parecer la mente deriva ese instante y le dice a todos tus sentidos que estén en alerta mientras dice “va a querer recordar esto”.

Un muchacho me decía “has de creer que soy un idiota porque la sigo queriendo”, claro que lo creía, totalmente. Sin embargo, el amor cambia la perspectivita de las cosas. Es decir, alguien que no tuvo varicela no podrá comprender la horrible picazón y te dirá “no te rasques, piensa en otra cosa”. Lo mismo sucede con el amor, si no te has enamorado, entonces, no podrás comprender la necedad de los que luchan por el amor no correspondido.

¿Qué hace que amemos a unos y sólo desarrollemos un cariño por otros? Finalmente, creo que las nuevas novias de mis desafortunados ex novios deberían de enviarme algún regalo agradeciéndome su nueva relación. Llega cierta persona que te hace reflexionar, seriamente, respirar hondo y resumir todos los dolores de relaciones pasadas como entrenamientos que valieron la pena sólo para llegar a estar juntos. “Olvidar y dejar pasar”, caemos nuevamente en la trillada y maravillosa frase “esta vez es diferente, esta vez se siente diferente”.

miércoles, 8 de junio de 2011

Seria Crítica

¿Quién diablos no ha pasado por un ruptura amorosa? Que levante la mano la que no fue rechazada, plantada o cambiada por otra. Debo de hacer una fuerte crítica a mi género quienes hacen gala, sin orgullo alguno, de sus estados de animo mediante las redes sociales. Estas mujeres que exponen alma, vida y corazón rogando con una frase o letra de canción la atención del protagonista de su triste historia de amor ¿qué pretenden?

¿Acaso piensan que publicando la canción “vuelve que sin ti la vida se me va” de Ricky Martin, el hombre que las abandono regresara? Hace unos días una compañera de Facebook –compañera: dícese de la mujer desconocida que te agrega al Facebook porque piensa que si se tiene más de 100 amigos en común, entonces, las une algo más fuerte que un lazo de sangre- me pidió, por favor, ponga “me gusta esto” a su estado de Facebook. En un acto solidario y mal aconsejada por mi ociosidad, decidí darle un vistazo a su estado, grande fue decepción – tampoco tenía una gran expectativa, ya que, cuando algo es muy bueno no necesita de marketing- al ver que se trataba de una denuncia pública al hombre que la engaño y jugó con sus sentimientos, fue como leer los policiales de un diario de crímenes sentimentales, una publicación amarillista llena de emoticones que expresaban el dolor del abandono y decepción ¿qué pensaba esta pobre mujer, qué si lograba que 1000 personas le den al botón de “me gusta esto” el “abandonador” regresaría con ella? o, en el mejor de los casos ¿se haria una marcha o caminata pacifica para hacer reaccionar al desamorado?

¿Cúando el "amor perdido" le ganó al "amor propio"? ¿Se justifica la pérdida de pudor, la exposición de nuestros sentimientos en pro de recuperar "al amor de tu vida"? ¿Cuándo entenderán las mujeres que cuando un hombre esta, realmente, enamorado de ti te perseguirá hasta mandarle una orden de restricción? Una vez más, “cuando algo es para ti aunque te lo quites y cuando no, aunque te lo pongas”

viernes, 3 de junio de 2011

Collares verdes

Hace unos meses le compré un collar verde a mi gata. Llegué a casa con la emoción de la novedad, la cargué y cuando me disponía a colocárselo en su cuellito, tan gris, una repentina tristeza me invadió por completo ¿qué pasaría el día que mi gata muera? Tendré que sacarle ese collar verde, mirarlo y caer en cuenta que no la volveré a ver mas. Ese collar sólo sería un constante recuerdo de su ausencia.

¿Cuándo se acaba el amor? La maravillosa emoción de la novedad versus el dolor de quitarle a un cuerpo inanimado un collar verde. Vengo coleccionando collares verdes a lo largo de mi vida amorosa. No puedo explicar en qué momento el amor se termina pero es cómo si algo en el aire cambiara y sólo ruegas porque la otra persona deje de quererte para no tener que convertirte en el verdugo emocional de un pobre inocente. No queremos sentirnos culpables, sin embargo, la culpa es el motor de muchas de las relaciones de hoy en día. Estuve con un chico durante 3 años sólo para no tener que soportar verlo llorar.

Recuerdo a mi profesora de ética profesional – obsesionado con los derechos de los consumidores-, siempre nos decía que nos era muy fácil quejarnos de nuestras vidas amorosas. Sin embargo, la culpa era de nosotras al no tomar una decisión y dejar al pobre infeliz que teníamos al lado ¿miedo a la soledad? ¿Acaso nos acostumbramos a la compañía?

¿Cómo lograr mantener la emoción de la novedad? Me comentaban los padres de una de mis amigas – 50 años de casados- que el amor implica decisión, luego, el señor miro a los ojos de su mujer y le dijo “enamorado de ti cómo la primera vez que te vi.” ¿Cómo consigues eso?

¿Dejar de tener temor? Poner el collar verde y llenarme de toda la felicidad de los años que me dará esta persona con el collar bien puesto. Finalmente, el día que decida quitárselo, entonces ¿buenos momentos?

Tan triste el recuerdo del principio de una relación que ahora se encuentra en ruinas, el apogeo de dos que decidieron quererse. Recordar, como quien recuerda con las papilas gustativas un sabor perdido de algo que se disfruto tanto y, ahora, es un recuerdo casi imperceptible por la lengua. Un dolor conocido…