miércoles, 11 de julio de 2012

"No Vacancy"

He decidido retirarme del mercado, dejar los anaqueles y guardar bajo la cama el cartel de “oferta” y “20% de descuento”. No quiero mas invitaciones de hombres ofreciendo un café o una salida al cine un viernes o sábado por la noche. Estoy harta de las frases patéticas y trilladas como: “eres la chica mas linda que conocí” o “jamás me había cruzado a nadie como tú”. Por favor, tengo un espejo y una autoestima demasiado realista para tragarme esos cuentos. Definitivamente, hay muchachos que carecen de imaginación al intentar dar halagos o su bagaje en cuanto a mujeres se trata, se reduce a su madre, su nana y a su hermana.


Estaba tomando un café con un amigo, cuando de pronto, recibí una llamada de un ex novio. Al parecer el pobre infeliz había tomado cuatros vasos de “valentía” mezclados con ron y tomo la desafortunada decisión de marcar mi número telefónico. Él, muy convencido, me proponía ser amantes y vivir un romance idílico comparándonos con Ernest Hemingway y Martha Gellhorn, quienes seguro se retorcían en sus tumbas mientras todo esto sucedía. Colgué el teléfono y no pude evitar soltar una carcajada. ¿Esto es lo que los hombres tienen para ofrecer, ser “amantes”? Camino a casa la canción “Decisiones” de Rubén Blades no para de sonar en mi cabeza, en especial, esa parte que dice: “y le ha propuesto a una vecina de la manera mas vulgar y descarada, que cuando su marido al trabajo se haya ido, lo llame para él ser su enamorado”.

Definitivamente, estoy hastiada de los coqueteos y comentarios acertados o ingeniosos con los que los muchachos intentan hacerse los interesantes. Por primera vez, en mucho tiempo, puedo decir a cualquier ejemplar que se atreva a acercarse a invitarme al baile del cortejo: “no estoy interesada”.