sábado, 25 de diciembre de 2010

Conspiraciones

¿Existen las conspiraciones? ¿Nos encontramos por casualidad? Es increíble pensar la serie de eventos que tienen que ocurrir para que dos personas se conozcan es casi como una sinfonía, un ensamble perfecto. Sincronía para que dos se miren, se tropiecen o hablen por primera vez. Me pregunto si me eh cruzado con esa persona en la calle o inclusive nos hemos mirado pero, simplemente, no era nuestro momento.

Me gusta pensar que existe una conspiración del mundo para que dos personas se encuentren. Que comparto pensamientos simultáneos con alguien que se encuentra tan lejos de mí pero a cierta hora del día ambos pensamos en cada uno, sin pensar en cada uno, exactamente. A la conspiración le ayuda la iniciativa, eso de “poner de tu parte” y “si quieres que algo suceda, haz que suceda” no sólo se aplica en los libros de autoayuda. Mi hermano esta aterrado por iniciar una relación, yo me pregunto pero ¿aterrado de qué si tiene dieciseises años? Aterrado de que dure porque tiene miedo a enamorarse y de que duela. Entonces, le dije que si uno toma un riesgo y siempre vas a pensar en las consecuencias siempre vas a limitar tú vida, me miro, muy serio, y me dijo ¿Cuándo tú vas a seguir tu propio consejo? Y sólo tiene dieciséis años. Las criaturas de hoy en día cada vez más insolentes y más sabias.

Veo todos mis fracasos amorosos como ensayos para cuando, al fin, me tropiece con “la persona”, entonces, será momento de poner en práctica todo lo aprendido. Tengo la teoría de que el mundo se divide entre perros y gatos. Los perros son personas asequibles y predecibles, excelentes compañeros .Los gatos, son un reto, independientes, desconfiados, completamente inciertos pero, como todo dueño de gato sabe, una vez que logras que un felino se enamore de ti, entonces, sabrás que valió la pena. Cuando “la persona” se atreva a buscar su gato, entonces, que me busque y que el mundo haga su plan maestro para que nos encontremos.

Luego de una racha de malos candidatos encontré cierto consuelo en la lectura de las hojas de coca, “uno quiere creer lo que uno quiere creer”, en este punto había decidido creerle hasta a la galleta de la fortuna o basar mi vida en uno de esos mensajes que vienen en los dulces del turrón de doña pepa. Nunca creí en eso pero la desesperanza te hace recurrir a métodos paganos y herejes. Me convencieron con un mito urbano que le paso “a la amiga de una amiga” (nunca dicen el nombre porque nadie la conoce), resulta que esta chica escéptica (creo que ese dato me lo dieron para que yo me sienta identificada) fue donde una adivina y en la lectura le salió que conocería a su enamorado parada, pues bien, salió aun más escéptica y refunfuñando por el dinero perdido. Semanas más tarde esperando en la cola del cine conoció a este muchacho y se enamoraron, dicho y hecho lo conoció parada. Esta inspiradora historia me dio bríos para aventurarme a una lectura, en mi caso prácticamente me dijeron que espere sentada porque el hombre de mi vida estaba saliendo con alguien más, por supuesto, que no funcionaria y que pronto se desencantaría y terminaría estando conmigo, sigo esperándolo.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Caretas

¿Fingir felicidad extrema? Me declaro pro caretas demócrata. Usualmente cuando una relación termina siempre tenemos a la víctima y al victimario. Termine con él porque realmente no lo quería, es decir, ¿Quién puede culparme? Mis intenciones eran buenas y honorables. Pienso que mi error fue forzar mis sentimientos y estar con alguien para olvidar a otro es una excelente idea en teoría pero en la realidad creo que a las personas no les gusta mucho saber que han sido usadas.
Desde mi perspectiva cuando dejas a alguien le estás haciendo un favor pero ¿Por qué la otra persona no parece darse cuenta de eso? Cuando para mí el mensaje es perfectamente claro. Entre líneas estás diciendo “me importas lo suficiente para dejarte porque espero que encuentras alguien que te quiera porque, ciertamente, yo no lo hare”. Tuviste toda la iniciativa de querer querer a alguien ¿entonces donde está el problema? ¿Por qué el resentimiento?

Fui a un bar y lo vi a los lejos, a mi víctima. Este pobre animal herido pasó por mi lado y decidió hacer un despliegue de orgullo, califique su intento de superación como patético. Es decir, los hombres y mujeres deben de saber que cuando, en realidad, haz superado a alguien, entonces, saludar a esa persona no te implica mayor problema. Años de experiencia en relaciones amorosas te dicen que saludes con una gran sonrisa en la cara, así, en realidad, demuestras verdadera y pura superación. Solo un marcado retraso social puede explicar que este individuo haya ignorado las reglas del juego de las relaciones amorosas. Es más pienso que cuando este chico encuentre, en realidad, alguien que lo quiera. Una chica buena y de su casa, bien criadita, entonces, me llamara para agradecerme e incluso en el brindis de su boda seré mencionada como la mujer que hizo todo posible.
En tiempos donde hay que ser civilizados y no andar mostrando las entrañas. Digo hay que tener pudor y un poco de amor propio antes de andar mostrándote como víctima en lugares públicos. Si hubiera podido acercarme a este chico y decirle ¿Por qué el desprecio? La respuesta es obvia “porque no me quisiste” pero ¿Alejandro Sanz tampoco me quiere y lo desprecio? Completamente irracional.

Mi introspección no encuentra bases en que haya querido que me saludaran sino en la injusticia de ser acribillada con la mirada por el simple hecho de no haber querido a alguien. Y si sirve de consuelo todos sufrimos por alguien, me han roto el corazón y he roto corazones pero, finalmente, creo que todos tenemos un amor que nos complica la vida hasta que encontremos a “la persona” entonces tendremos más de mil nombres derivados de relaciones fallidas a quienes agradecer en el brindis de nuestras bodas.

sábado, 11 de diciembre de 2010

Cesar

Miraba el reloj de la sala de espera mientras la recordaba ¿no se supone que ella estaría en la salud y la enfermedad, hasta que muerte los separe? Todos los días le dedicaba un pensamiento lleno de resentimiento, veinte minutos de cada día pensando en ella reclamándole a regañadientes “seguro te moriste, solo por darme la contra”. ¡Nuñez Dongo Cesar Manuel! Resonó su nombre en el área de geriatría, se levantó presuroso renegando siempre renegando. Entró al consultorio seguido por una enfermera, se sentó, se saco la camisa y se limitó a mirarla ofreciéndole su brazo para que le tomara la presión. Entró a la farmacia a comprar sus doscientas o trescientas pastillas, no pudo evitar recordarla, la primera vez que la vio fue en una farmacia sesenta años atrás. Aida, la muchachita que dejó la universidad en Lima y regresó a Cuzco un verano castigada y confinada a trabajar en el negocio familiar como cajera. El mismo verano en que Cesar fue trasladado a un cuartel de la misma provincia. De pronto suspiro, estaba en la cola de una farmacia de nuevo pero sabía que al final no lo esperaría ella, quería escapar de su recuerdo y solo conseguía preguntarse ¿en qué momento me quede en un mundo sin ti? Se miró al espejo y no logró reconocerse sólo podía pensar en el joven oficial recién graduado de veinte años que fue un día, lo invadió la soledad de hace seis décadas pero la soledad de los veinte no es la misma que la de los ochenta.

Por más que intentaba no sabía conservar su recuerdo, el aire se había encargado de llevarse su olor y la memoria sólo conseguía darle piezas de rompecabezas de sus ojos, su boca, su sonrisa ¿Cómo recuperarte y que no daría por tenerte un segundo más? De pronto, todo estaba justificado cada una de las decisiones en su vida lo habían conducido a ella, a ese momento, a esa farmacia a la que regreso durante tres meses seguidos antes de atreverse a preguntarle su nombre. Siempre amanecía al lado izquierdo de la cama mirando las cenizas de Aida ¿Cuándo el amor de tu vida terminó como polvo en una caja de madera?


Sabía que se había convertido en un viejo maniático adicto a la novelas de Gabriel García Márquez y a su colección de discos de vinilo. El despertador sonaba todos los días a las cinco de la mañana y al abrir los ojos, sólo por tres segundos olvidaba que ella ya no estaba, sólo tres segundos y pensar que estas aquí, a mi lado. El desayuno, pan con mermelada, mantequilla, leche sin lactosa mezclada con café descafeinado y sus doscientas o trescientas pastillas. Caminaba por las calles silbando el bolero de Ravel anunciando su llegada, como si alguien lo esperara. Por algún motivo mantener la rutina lo alejaba del cambio, una rutina sin ella, una rutina de sesenta años con su perfume y su risa y por algún motivo aún guardaba la secreta esperanza de que ella cruzaría la puerta cualquier día, entonces, no habrían preguntas y no existiría la lógica, tal vez sólo una pregunta ¿por qué tardaste tanto tiempo? No existe mayor racionalidad en el amor, llegas a pensar que si deseas lo suficiente el mundo conspirara.

Odiaba a los niños pero adoraba a las viudas. Luego de Aida había salido con un par pero sólo lograban ensalzar su recuerdo. Todas llenas de fallas y sólo podía pensar “con razón se les murió el esposo, la excusa perfecta para escapar de ellas”. No hay manera de olvidar al amor de tu vida, lo guardas dentro de ti y sí, encuentras la forma de continuar. Lo guardas bajo tu piel y le conversas en la soledad cuando nadie oye y cuando nadie ve.

sábado, 4 de diciembre de 2010

La super traca

¿Por qué cuando hacemos algo extremo en nombre del amor, de pronto, resulta totalmente justificado? Es decir, no interesa jugarte el orgullo y perder la dignidad porque, finalmente, lo hiciste en nombre del amor y aunque tu esfuerzo no rinda frutos y la persona por la cual hiciste lo inimaginable ni te mire, entonces te dirás a ti mismo “bueno pero valió la pena” ¿de verdad crees que valió la pena?

Recuerdo haber estado pasando por un mal de amores cuando escuche la historia de la súper traca, un transexual llamado “Helena” que meses atrás fue abandonada por Felipe, un homosexual, que trabajaba de barman en un club para hombres y a simple vista, era todo un macho de América y más allá de la frontera. Lejos de su preferencias sexuales, ambos eran otra pareja en una relación completamente toxica e insana, de esas donde el amor sí mata y te mete en una maleta en pedazos. La noche donde Helena se volvió la súper traca, Felipe trabajaba y tal parecía que sería otro día más en el club. De pronto, Helena con varios tragos de más y luego de haber tomado como camionero que termino de llevar la ultima carga del día, decidió ir a buscarlo y recuperar su amor. Entró y fue caminando de frente a la barra con la mirada sobre Felipe como halcón listo para atacar a su presa. Lo tomo delicadamente de la nuca y le susurró al odio tiernamente “te vas conmigo o te corto la cara”. Felipe, viendo la mano de la delicada y persuasiva Helena no pudo evitar sentirse presionado por la gillete que sutilmente Helena tenía entre sus dedos adornados por las uñas rojas mal pintadas y le dijo “pido permiso y nos vamos”. El astuto Felipe se acerco al administrador y le contó su historia sacada de un capitulo de “lo que callamos los que queremos ser mujeres” e idearon un plan, que consistía en que cuando Helena entrara al baño porque, una señorita jamás deja que se le corra el rímel, Felipe aprovecharía para tomar un taxi y huir rauda, astuta y velozmente. Luego de media hora, Helena entro al baño y Felipe tomó su casaca y salió corriendo por la puerta trasera, lamentablemente, ¿no les ah sucedido que justo cuando uno quiere un taxi no hay? Eso se dijo a si mismo Felipe, los minutos pasaban y en el momento, cuando parecía que todo estaba perdido y la cara de nuestro protagonista quedaría marcada para siempre con la caricia de Helena, paro un taxi. Mientras Felipe subía, Helena, quien se había echado una espectacular carrera en taco doce, cogió la manecilla de la puerta del carro y se prendió con todo, Gillette y uñas rojas. El taxi arrancó llevándose a nuestra, ya, súper traca quien, a pesar, de que el taxi aceleró rápido y furioso corrió a la par con el vehículo y todo esto, todo esto EN TACO DOCE. Y porque no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista, nuestra heroína soltó la manecilla y se cayó en plena pista donde su cuerpo magullado fue esquivado por dos taxis y una combi. En cuestión de segundos y dependiendo sólo de su brazo derecho, La súper traca se las agencio y arrastro su cuerpo hacia la vereda donde sus súper poderes se activaron y empezó a estirarse, una vez recompuesta y a pesar de sus pies y rodillas sangrientos volteó miro el semáforo de la esquina y vio la cara de terror de Felipe en el taxi parado por la luz roja. La súper traca no lo pensó dos veces y se echo de nuevo a la carrera pero no alcanzó el taxi que para la suerte de Felipe puso primera y arranco a penas la luz cambió a verde.

Luego de escuchar la historia de mi indestructible heroína me di cuenta que entre Helena y yo no existe mucha diferencia, bueno, sí pero dejando de lado la anatomía y de a quien le sobra y a quien le falta cual o tal cosa. Pienso que todos llevamos en el alma una súper traca cuando no queremos comprender bajo ninguna circunstancia que a pesar de que hagamos lo que hagamos esa persona simplemente no nos quiere tanto como nosotros la queremos para hacer lo mismo. Yo estuve mucho tiempo con mi gillete en la mano cogiéndome hasta con los dientes de una manecilla de un taxi, corriendo en taco doce persiguiendo a alguien que sólo se concentró en correr de mí distraída por alcanzarlo pero jamás me detuve a pensar por un segundo ¿Por qué no se detiene?

martes, 30 de noviembre de 2010

"Sali con otras y no pude olvidarte"

¿Ruptura reciente? Una regla de oro es jamás involucrarte con un hombre que acaba de salir de una relación, en especial, una relación larga y si se trata de una larga y tortuosa, caso perdido, rápidamente, se detecta un “adicto al drama” y una no está para ofrecer rehabilitación (menos gratuita). Pueda que exista la posibilidad que se encuentren completamente superados pero ¿crees que ya la olvido? ¿De verdad lo crees? Lo que sucede es que el recuerdo está muy fresco y eso de “una cama se llena y otra se vacía” no es tan simple como suena. Si decides seguir adelante y creer ciegamente en la falsa superación del “novus solterus”, entonces, deberás de atenerte a las consecuencia, es prácticamente como si salieras con un viudo. Es decir, es sumamente importante, saber quien dejo a quien porque de acuerdo con eso podrás detectar al “abandonado”; es fácil darte cuenta si lo dejaron, los hombres parecen ser unas criaturas inocentes y, muchas veces, rebelan más información de la que deben o de la que se les pide. Entre los dejados tenemos a los “despechados” que se dedican a contarte lo atroz que fue su relación pasada que su ex era la peor y las mas abominable de las mujeres, una hiedra venenosa, un víbora malvada que debería morir en la hoguera por pérfida. Por otro lado, tenemos a los “sublimadores”, estos que no dejan de decirte lo maravillosa que era y que, en realidad, si la relación termino fue por culpa de ellos por no haberla sabido valorar. Si llegas a ese punto de la conversación, entonces, haz chocado con una pared y debes detener en claro que por más que hagas el papel de la amiga desprendida y buena él no se fijara en ti y, al parecer si lo hace, será porque eres esa mujer buena que vino a rescatarlo cuando el amor de su vida lo despreció. No te engañes porque cuando la “sublimada” decida regresar él no tendrá reparo en darte el famoso discurso de “no eres tú, soy yo”.

Querer a alguien es tan simple como respirar no lo racionalizas. Tienes toda la buena voluntad de querer a alguien pero, de pronto, te das cuenta que así lo escribas todos los días o te repitas todas las mañana “hoy voy a quererlo” no lo vas a lograr. Recuerdo que intenté explicarle a un muchacho que lo nuestro no funcionaria y me respondió “yo sé que tú me quieres pero tienes miedo”. No tuve el valor de responderle, muchas veces las personas quieren creer lo que quieren creer pero debí decirle ¿crees que si te quisiera como crees que te quiero se me cruzaría por la cabeza dejarte ir? Preferimos la mentira a la verdad, crear excusas para el ser amado, así, podemos atribuir el desamor a cualquier factor que no sea el desamor mismo.

Salimos con otros y no pudimos olvidarlo es que la frase va contra el orden natural de las cosas. Debería de ser PUDE OLVIDARTE Y EMPEZÉ A SALIR CON OTROS. Para poder hacer eso es necesario y elemental tener coraje y cortar con el pasado, si de verdad quieres curarte. Deja de inventar pendientes con esa persona y entender que es momento de seguir de frente sin estar mirando atrás esperando que venga corriendo y te alcance.Aligera el paso y si quieren alcanzarte que se esfuercen porque estuviste caminando lento mucho tiempo.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Momento Decisivo

|¿Quién no soñó con ser Julia Roberts en “pretty woman”? Quitando la parte de prostituta, claro está, todas hemos fantaseado con encontrar a ese galán de Hollywood que sea capaz de un acto heroico perdiendo la vergüenza ante el mundo mientras profesa su amor. Daria todo porque esa escena se cuele a la realidad donde Julia Roberts sobre para al escuchar el sonido del claxon de la limosina que viene a toda velocidad acompañada de una música liberadora y Richard Gere llega con ese gran ramo de flores y grita “princesa Vivian”, acto seguido, vence su temor a las alturas subiendo por las escaleras de incendio con el ramo en la boca mirando hacia abajo con terror a caerse. Ese es el momento decisivo cuando Julia piensa que todo ha terminado y ya no espera nada. Adoro ese momento cuando crees que todo acabo, yo lo llamo “línea de vida” cómo cuando el protagonista cae por un risco y crees que murió pero, en realidad, se quedo enganchado de una rama y se salva. Es que se valora más algo cuando lo damos perdido y, de pronto, lo recuperamos.

Me gusta fantasear con el momento decisivo, esa antesala al final perfecto. La famosa escena del aeropuerto, la protagonista decide aceptar ese trabajo en el extranjero para salvar morsas en algún país nórdico y JUSTO cuando es momento de abordar se levanta, toma sus cosas, suspira, da unos pasos y voltea esperando a que alguien, su alguien la detenga pero nada sucede. De pronto, aparece el amor de su vida y la alcanza agitado, jadeante recitando el discurso más increíble y convincente. Inmediatamente, ella se olvida de las morsas y corre a sus brazos y nos regalan el beso más romántico del universo. Que puedo decir, la mentira nunca termina, de niñas Disney nos miente con el final feliz y de grandes Hollywood nos engaña suciamente con el momento decisivo por eso prefiero las películas con final abierto.

A pesar de mi cinismo, sigo esperando mi “momento decisivo” porque yo di todo por perdido y sólo supe tapar el hueco en la pared con un cuadro. Hay que conservar las apariencias y de vez en cuando mirar para atrás sólo para asegurarnos que no hay nadie corriendo detrás de una. Estoy segura que siempre tomaré una pausa, siempre me demorare un tiempo extra tratando de dejarme alcanzar por si me quieren detener y disuadir de ir a salvar morsas en Alaska.

Yo no espero una garantía, quiero un discurso donde me digan que quizás nada salga bien, que probablemente hasta un día nos saquemos los ojos y llegue un día que yo sea la última persona que él quiera ver pero me prometa que aún sabiendo todo eso nos queremos lo suficiente como para atrevernos e intentarlo porque sería más loco estar separados que juntos.

martes, 12 de octubre de 2010

"Pablito clavó un clavito"

¿Será cierto que un clavo logra sacar otro clavo? Nadie puede culparme por haber hecho trampa en el amor. El proceso de “superar” a alguien es, casi siempre, fatal. No obstante, todo parece facilitarse cuando encuentras a tu “Pablito”. “Pablito” nació gracias a que una muy buena amiga se harto de tener que sufrir, llorar y patalear por cada patán que se atravesó en su vida. “Pablito” no es un amigo imaginario, es el chico que se presenta en el ínterin donde, simplemente, quieres olvidar al ex. Te mantiene distraída, por lo tanto, no tienes tiempo para lidiar con tu dolor. Un chico de turno por el cual sabes no desarrollaras sentimiento alguno y solo sirve para divertirte. Debo de advertir que por la fragilidad que una atraviesa pueda que confundas a “Pablito” con “el hombre que tanto esperabas” pero, usualmente, eso de terminar con una relación y empezar otra, es contraproducente porque no estamos del todo listas y en algún momento los recuerdos llegan a alcanzarnos y cuando nos encuentran, entonces, nos golpean y empezamos a llorar como locas porque escuchamos una canción en un micro. Puede ser que la canción ni tenga que ver con él pero ya encontraremos la forma de vincularla con él.

El cuento ese de que han pasado dos semanas y te sientes totalmente superada es un “autoengaño” porque al segundo que te lo cruces LA MENTIRA SE ACABO. “Quien nada debe, nada teme”, si estas TOTALMENTE superada puede que ni te percates, es más si pasa por tu costado, es posible que ni te des cuenta. Pero si lo ves acercarse y tus manos empiezan a ponerse frías y una sensación de vacío en el estomago se apodera de ti sabrás que el estado de anestesia terminó y es momento de enfrentar el pos operatorio sin calmantes (sin “Pablitos”) como los machos o, en nuestro caso, como las hembras.

El primer encuentro luego de una ruptura es la prueba máxima. De acuerdo con mi experiencia escoger a alguien del trabajo o de la universidad es potencialmente peligroso. En el trabajo porque tendrás que toparte con él cada maldito minuto del día y en la universidad porque el destino es caprichoso y te lo cruzaras en pasillos, clases (si están en la misma facultad) o en reuniones de amigos en común. Si tan sólo fuéramos completamente racionales a la hora de enamorarnos y dejáramos de lado todas esas boberías hormonales y pudiéramos controlar a las desgraciadas feromonas, todo sería jodidamente simple.


Habían pasado cuatro meses desde la última vez que no vimos. Es algo así como cuando dices que no quieres algo pero en el fondo (extremadamente fondo) sabes que lo quieres. Es más te repites en voz alta y a tus amigas “normal si lo veo, total a mi no me importa”. Pero al instante en que lo vi empecé a preguntar a mis pares ¿me miró? ¿Qué cara puso cuando me vio? Cada detalle, respiración, fruncido de ceño, estirada de brazo se interpreta como algo, muchas veces imaginamos el 80% o exageramos un simple “hola” y los desmenuzamos hasta concluir que con “hola” quiso ser frio, cortante y distante.

¿Cuándo superas, realmente? ¿Cuándo dejas de sentir? Pareciera que mientras van pasando los años las cosas se complicaran más y si pudiera regresaría al primer año de secundaria donde mi principal conflicto era ¿Qué habrá de almuerzo? Solo unos minutos de paz del sexo opuesto ¿Cuándo todo se volvió tan difícil?

lunes, 13 de septiembre de 2010

Perro del Hortelano

¿Los celos son señales de amor? Bueno la respuesta es sencilla “Hasta un niño tiene celos de sus juguetes” y no significa que este enamorado de su carrito rojo de bomberos. No lo quieres pero tampoco quieres que sea feliz con otra persona. Creo que se trata de un gran egocentrismo, total es mejor tener un perro que te ladre a que ninguno. A veces es mejor enfrentar una soledad a medias que una completa.
Cada limpieza de primavera hay que sacar la ropa que uno ya no usa para regalarla a caridad, sin embargo, siempre hay ese polo, chompa o lo que sea que te niegas a dejar ir probablemente este gastado o ya no es de tu talla pero odias la idea de pensar que tu basura puede ser el tesoro de otra persona. Quizás simplemente temes ver como él hace feliz a otra pero ¿de verdad crees que él te haría feliz a ti? Digo por algo hasta ahora no le has hecho caso, creo que lo no queremos perder es la atención.

Termine con él porque no lo soportaba, era un desastre y nunca cargaba ni un centavo. Al principio de cualquier romance todo parece tan maravilloso, dije al principio. La primera vez que le pague el cine, los taxis o le preste dinero todo era en pro del amor, total yo me consideraba una moderna en estos tiempos donde hombre y mujer somos lo mismo y mi independencia me dictaba que un hombre no tiene que pagarte nada sólo porque alguna norma social machista así lo dicta. Luego de unos meses de relación estaba harta de su comportamiento de parasito y el termino “Billetera mata Galán” se volvió un mantra. Tome una decisión entre la banca rota y la soledad, entonces lo deje. Pasaron unas semanas y me enteré que salía con alguien más, a una semana de la ruptura y lo vi caminando campante con su nueva víctima y usando el polo que yo le regale. No me quede tranquila y la pregunta ¿por qué él es feliz y yo no? Me retumbaba en la cabeza y hacia que mi rabia crezca. No me di cuenta que lo que de verdad me daba tanta cólera es que ¿Cómo él consigue a alguien tan rápido y yo no? Mi verdadera amargura no era que alguien se haya interesado en él sino que nadie se interesaba en mí y me causaba cierta envidia su, aparente, felicidad. Aparente porque sólo tuve que tronar mis dedos para tenerlo de vuelta y así lo hice. Días pasaron para que lo vuelva a dejar y convencerme a mi misma que nadie se perdía de nada estando con él y me volví creyente del “Agua que no haz de beber, déjala correr”.

Este comportamiento no es sólo típico de mi genero, hay muchachos que te consideran una propiedad y no pierden la oportunidad de orinarte en público como macho alfa que marca territorio sólo para asegurarse que nadie más se acerque a ti. Pero eso sí, tampoco te quieren para ellos, entonces, los celos dejan de ser halagadores porque él si se puede divertir con quien quiera y si te atreves a reclamar algo puede que te diga ¿Qué somos enamorados? Muchos hombres son caraduras para responder. Pretenden que te metas a un convento de claustro hasta que ellos decidan que es momento de sentar cabeza y, quizás, te hagan el favor de elegirte.
Encuentro ese pensamiento totalmente ofensivo ¿qué creen que nadie más se fijara en nosotras? ¿Qué los esperaremos eternamente? Una peluquera me confesó que cuando conoció a su esposo fue amor a primera vista, por parte de ella porque él era tremendo “bragueta loca” y ella, se volvió para él la amiga fiel, la incondicional, la confidente y la más imbécil de las mujeres. Se dedico a escucharlo y aconsejarlo sobre cada una de sus conquistas incluso le daba consejos y lo animaba en sus relaciones mientras, secretamente, lo amaba e idolatraba. Una tarde mientras ella caminaba con su madre, él paso caminando con una fulana bien agarrado de la mano y su madre le comentó “ahí va Raúl, con otra chica” a lo que ella respondió “Déjalo mamá que se divierta todo lo que quiera vas a ver que al final me va a buscar y se quedara conmigo”. Su historia me pareció poco inspiradora y, francamente, ligeramente chovinista. Yo no quiero ser escogida por descarte o, mejor dicho, yo no pienso esperar a que “Raúl” se canse de tirarse todo lo que se mueve antes de que decida sentar cabeza conmigo.

Estuve involucrada con uno de esos que quería la leche gratis pero sin tener que comprar la vaca, disfrutaba haciéndome escándalos y saboteando cada relación que me veía empezar, cada pretendiente que se me acercaba los calificaba como “caricaturas de hombre” pero ¿Quién era la verdadera caricatura de hombre? Incluso si se enteraba que hablaba con alguien de nuestra extraña relación se incomodaba como si yo fuera un oscuro secreto, como si tener algo conmigo fuera algo prohibido casi una relación zoofilia. Probablemente, en otros casos podríamos pensar que tenía novia, hasta familia e hijos pero no era el caso, era completamente soltero y “estar” con él era casi como estar con una estrella de cine solo faltaba que firme un acuerdo de confidencialidad. Luego de dos mil discusiones me anime a hablarle y decirle que estaba cansada del extraño arreglo tácito al que habíamos llegado para lo que él me expuso su teoría de que tener enamorada era una completa pérdida de tiempo y dinero. Además, de dejarme bien claro que eso de las relaciones amorosas eran sola una molestia y que él sólo le veía el uso a una mujer en su vida para cuando decida casarse y tener hijos porque, eso sí, dejo en claro cuánto le gustaban los bebes. Fue tanta mi impresión que le desee suerte con su plan de poblar la tierra para lo que él me respondió indignadísimo que ¿Cómo era posible que yo descarte una posibilidad de un futuro y unos hijos? De pronto, los papeles se habían intercambiado y yo era la loca que no quería entregar su vientre para que él plantara sus semillas y traiga al mundo seres con los mismos genes llenos de mil patologías que el cargaba en su ADN ¿Cómo si el mundo no estuviera bastante mal?

Llega un punto donde te das cuenta que mereces una relación normal y bonita. Donde alguien se desviva por darte alegrías y viceversa. Te cansas del drama que es bueno pero en dosis pequeñas y, sobretodo, levantas esa autoestima y te preguntas ¿Por qué debo conformarme con alguien que no me quiere lo suficiente? ¿Por qué empeñarme en conquistar al más dañado? Y sobre todo cuando este no tiene la más mínima intención de conquistarme a mi ¿Dónde están los hombres normales?

miércoles, 1 de septiembre de 2010

"No le gustas lo suficiente"

¿Por qué no le gusto? Todas nos hemos hecho esas preguntas, en mi caso me lo he preguntado unas mil veces y, siendo sincera, me encuentro físicamente agradable, inteligente y divertida, entonces ¿por qué diablos no le gusto? Es frustrante saber que le gustas físicamente pero una vez que salió contigo y te conoció ,el interés se le quitó de buenas a primeras y no te volverá a invitar a salir. Cuando le cuentas a tus amigas te reconfortaran como la mejor respuesta de todas “olvídate, es un imbécil”. Empiezas a repasar paso a paso toda la salida rompiéndote la cabeza para descubrir dónde diablos echaste todo a perder. Creo que es momento de relajarnos y reconocer una verdad irrefutable :Al desgraciado NO LE GUSTAS LO SUFICIENTE, al menos no lo suficiente para volverte a invitar a salir de nuevo.

A veces, sueño despierta mientras voy en el bus y me siento tentada a pararme valientemente como los que venden caramelos y contar mi historia “Hola soy Alejandra, tengo la seguridad de que soy una hembra elegible entonces ¿Por qué me va mal en todas las salidas? ¿Qué les pasa a los chicos?’” sería tan liberador. Es sorprendente lo fácil que es decirle todo a un extraño y viceversa porque un extraño tiene esa objetividad y crudeza que no tiene ninguna de tus amigas ni tu madre.

Es tan difícil encontrar a un hombre cuerdo, salí con este chico a una fiesta donde no conocía a nadie. Lo dude mil veces pero mis amigas me convencieron con la idea que si algo salía mal, entonces, no tendría que volverlo a ver en mi vida porque no formaba parte de mi circulo social, por lo tanto, el fracaso quedaría en el olvido. Después de dudarlo cien mil veces le dije a mi mamá ¿y si me deja sola? Para lo que me respondió “sabes que, quédate solterona y con tus gatos mejor para mi tendré alguien que me cuide en mi vejez" (Debí de grabarla cuando dijo eso). Llegué a la fiesta y allí estaba él, me saludó con toda la felicidad del mundo y me presentó a todas sus amistades. Acto seguido, me dejó conversando con 3 niñas de 17 años que me confundieron con psiquiatra e hicieron cola para contarme sus problemas amorosos. Una de ellas me dijo : “Sabes tanto sobre del amor”. Por un momento, me puse a buscar la cámara escondida, llegadas las 2 de la mañana decidí partir sumando otro nombre a mi fallida lista de pretendientes. La mañana siguiente, el muchacho me llamó y me preguntó :¿te divertiste?

Las relaciones de ahora pasan por un periodo de prueba. Es como probar un carro antes de comprarlo, si alguien pregunta la pareja de prueba responde :“estamos saliendo”. El ideal de estas relaciones posmodernas y open mind es que ambos se den cuenta que nos son compatibles, de esa forma y de manera pacífica ambos se miraran un día y dirán: “mejor quedamos como amigos”. Sin embargo, esto no sucede en la realidad, al menos no siempre, porque uno de los dos se involucra mas que el otro y cree ,con todo su corazón, que va viento en popa.

Pasados dos meses de relación de prueba él le dijo :“eres un chica excelente pero en este momento de mi vida no tengo tiempo para una relación”. ¿En estos dos meses como carajos se hizo el tiempo? El cuento del tiempo, es eso un cuento, porque no tiene las agallas de decirte “No me gustas lo suficiente para perder mi tiempo en una relación contigo”. Ella muy corajuda le respondió “No tienes tiempo porque no quieres hacerte el tiempo”.

A veces, es mejor escuchar la verdad que mentiras piadosas, muchas de mis amigas suelen consolarse unas a otras diciéndose cosas como: “es que te ve muy madura y se asusta” o “es que tienes un carácter muy fuerte” pero existe una verdad y una sola que nadie quiere escuchar o decir porque es politicamente incorrecta - decir en voz alta- “SIMPLEMENTE NO LE GUSTAS LO SUFICIENTE”.

Luego de salir de una relación tortuosa llegué a la conclusión, más simple, que yo no perdía nada y pensé en lo afortunada que era al haberme quitado a ese amargado y conflictivo de encima. Asimismo, pensé en la pobre mujer capaz de tener que aguantar a alguien como él, lleno de manías e inseguridades. Entonces, todo se volvió tan claro, él que perdía era él, no yo.

No sirve lanzarse a la cruzada por conquistar su corazón, eso sólo logrará inflar su ego de macho. Una amiga me llamó en su peor de las crisis, estaba decidida a preguntarle ¿Qué somos? La detuve, por experiencia sé que la indiferencia es un arma muy poderosa. En la mayoría de los casos cuando esta clase de hombres que no sabe lo que quiere recibe un poco de su propia medicina,reaccionan.

Uno de los problemas es que siempre que te busca estas solicita, incluso cancelas a tus amigas sólo porque él ,a última hora, de un día sábado te llama por teléfono para salir a las 11 de la noche - DESPIERTA, ERES EL PLAN C.

Se acostumbran a tenerte segura y creen que siempre estas disponible, es momento de moverle el piso y que sienta que ha perdido tu interés, así mueras por contestarle el teléfono hazlo sufrir, la táctica es casi infalible. De no funcionar es que NO LE GUSTAS LO SUFICIENTE.

miércoles, 25 de agosto de 2010

La emoción de la caza

¿Cuándo lo tienes ya no quieres? Siempre me han gustado las cosas difíciles creo que eso de la psicología inversa funciona de manera perfecta conmigo y por eso debe de ser que me gustan tanto los gatos. Con un gato debes de ser paciente, prácticamente cortejarlos, día tras día ir ganando su confianza de a pocos. Su indiferencia e inaccesibilidad llaman a la necedad. Cuando todo es muy fácil se pierde la atracción, en el caso de los hombres que se te lanzan encima y son extremadamente directos, en ocasiones, espantan porque matan todo el romance y se saltan el cortejo ¿Ya no se valora la expectativa? ¿El dulce sufrimiento que da la incertidumbre en el amor? Muy aparte de eso, siempre me han causado cierta desconfianza los hombres “muy sabidos” esos que parece que se las saben todas con sus frases tan hechas como “Nunca he conocido a una chica como tú” solo inspiran la pregunta ¿a cuántas más les has contado el mismo cuento? Hay hombres tan interesantes, en apariencia, que te dices a ti misma “jamás se fijaría en mi” es justo ese pensamiento el que me incentiva a convencer a este hombre interesantísimo de que soy más interesante que él. En el juego de “dar y quitar” empiezo haciéndome notar con una broma sutil o un sarcasmo que haga relucir lo ingeniosa que soy, llamar su atención pero al mismo tiempo que no se note que lo haces por él, es todo un arte que no deja lugar a patéticos disfuerzos de los que algunas mujeres hace uso y abuso.

Pero qué tal si cuando logras tenerlos ya no los quieres y, ciertamente, no son lo que pensabas que serian. Gran desilusión y fin del juego hay veces que simplemente quieres la emoción de la caza y una vez que tienes a la presa llamándote por teléfono 4 veces al día e invitándote a salir ya no la quieres.

Recuerdo haberlo tenido un par de clases, nunca me atreví a pedirle si quiera la hora o mucho menos empezar una conversación con un ¿Qué dijo el profesor? Era la clase de chico bohemio, despreocupado, de jeans rotos y polo desgastado sacado de una revista de modas vintage. Llego un buen día que este muchacho decidió tomar la iniciativa conmigo, obviamente, yo no salía de mi asombro, es decir, no me consideraba lo suficientemente interesante para recibir la gracia de su conversación. Una salida con él y fue un gran “QUIERO UN DEVOLUCIÓN COMPLETA DE MI DINERO” me sentí totalmente estafada, este muchacho era un embaucador, aburridísimo y sin sentido del humor o del sarcasmo. Un fatuo que sólo hablaba de dos cosas de carros y de él. Hay personas, definitivamente, que son una buena idea en teoría pero en la práctica no funcionan cual lo esperado.

viernes, 20 de agosto de 2010

"Mereces a alguien mejor"

¿Quién diablos habrá sido la persona poco sutil que creo las famosas frases para dejar a alguien? La verdadera pregunta es ¿por qué las personas las siguen creyendo? Buscamos un consuelo y tratamos de engañarnos a nosotras mismas cuando de amor se trata. Intentamos protegernos pero si alguien piensa dejarme que me diga la verdad y que no me engañe con el “No eres tú, soy yo” porque me está diciendo que arranque que soy yo, es ligeramente obvio. Lo que sucede es que al tratar de mostrar misericordia, solo dejas en claro que subestimas la inteligencia del pobre infeliz a quien estas dejando. Siempre intentaremos terminar de la mejor manera una relación, nos rompemos la cabeza buscando las palabras correctas para que la persona no sufra pero no nos damos cuenta que si le pones un lazo rojo a un puñal y lo clavas no haces que sea menos doloroso.

Recuerdo haber apelado a la mentira barata de los problemas psicológicos por el divorcio de mis padres, una táctica muy efectiva y, ciertamente, no me hacía ver como la mala de la película sino como la pobre damisela herida que no podía amar porque desarrollo un miedo al compromiso y tenía problemas con los chicos que era muy buenos con ella. Realmente mi víctima estaba muy enamorado como para poder creerse esa explicación. Tan grande era su negación que prefería creer que yo tendría que internarme porque estaba loca de remate antes que aceptar la verdad, que ya no lo quería.

“Me siento en una caja de fósforos”, eso me dijo un muchacho cuando decidió dejarme. Admito que la frase cargaba mucha sinceridad y me sentí aliviada por un momento, es decir, hay que darle merito, el muchacho fue sincerísimo, sólo había un pequeño detalle ¿se sentía en una caja de fósforos? Pobre imbécil si sólo me veía un día a la semana por tres horas. Debe de existir un respeto al dejar a alguien y no ofender con discursos sacado de una novela rosa. Unos años más tarde la vida me trajo una explicación racional y no me dejo exactamente porque estuviera atrapado en la caja de fósforos sino porque estaba atrapado en un closet recontra rosado del que salió airoso con otro hombre de la mano.

Dejar a alguien es como una obra de teatro dividida por actos. Primer acto, es una antesala donde sueltas la bomba hay algunas que les gusta el anticuado y sangriento “TENEMOS QUE HABLAR” otras, simplemente escogen el “factor sorpresa” citando, estratégicamente, al próximo abandonado en un lugar público, así se evitan escenas poco decorosas y llantos desesperados acompañados con el “DAME OTRA OPORTUNIDAD”; Segundo acto, la conversación porque debe de haber una introducción donde le dices a la persona lo maravillosa que es y que “CUALQUIERA SERIA AFORTUNADA DE ESTAR CONTIGO” o “NO TE MERESCO, ERES DEMASIADO PARA MI” ; tercer acto y el FINAL la despedida con un “YO NO QUIERO HACERTE DAÑO” o “ENCONTRARAS A ALGUIEN QUE TE HAGA FELIZ PORQUE TE LO MERECES”. Advierto que la persona alias “el abandonado” pondrá resistencia y tratara de lanzar manotazos de ahogado con el viejísimo “¿PERO QUE HIZE MAL?”. Lo mejor es ser firme y si no funciona y uno se ve metido en el lio de la vida porque la persona llora como si le hubieran matado a la madre, entonces es momento del famoso engaño de “TOMEMONOS UN TIEMPO” (indefinido), si pregunta por cuánto tiempo simplemente decir que tienes muchas emociones encontradas en ese momento y que ya hablaran.

Debo de advertir que existe cierto tipo de terminada que funge de ultimátum. Te la juegas mas no quieres terminar sólo lo haces para que la persona se asuste y sepa que está en peligro de perderte, a la vez, se dará cuenta que tú no estás para aguantar tonterías y puedes dar por terminada la relación cuando se te antoje total ¿hombres hay por millones no? Pero ¿qué tal si las cosas no salen cual lo planeado y se te quema el pan en la puerta del horno? No hay que subestimar al enemigo ni olvidar que también tienen autoestima y, algunos, odian ser manipulados porque en la mayoría de los casos conocen la jugada. Una amiga segurísima de que este chico moría por ella y no soportaría vivir sin ella lo termino esperando que él le llore cual María Magdalena y pida perdón por sus faltas arrodillado en chapitas de coca cola. En vez de eso él le dijo “Eso es lo que quieres, entonces bien, terminamos”.

Es mucho más fácil terminar con un patán que un chico que quieres como amigo. Con el primero no necesitas un discurso sólo cargar el hígado como granada de guerra y contarle hasta de que se va a morir pero al amigo es difícil dejarlo porque, realmente, no quieres causarle dolor y, en realidad, quieres que sea feliz pero con alguien más. Después de todo algo de cierto tienen estas mentiras piadosas que repetimos una y otra vez para hacer sentir mejor a nuestros ex parejos
“Nadie manda en el corazón” eso es lo que algunos no entienden y piensan que portándose como niño de colegio luchando por lograr el sticker dorado pegado en la frente al final del día es suficiente para mantener a esa persona a su lado. Finalmente, comprendí que de nada sirve retrasar el momento de la verdad y eso de seguir con alguien por pena es negarme a mí la oportunidad de encontrar a alguien que yo ame y quitarle la oportunidad de que él encuentre a alguien que lo ame como se merece.

A veces, mantenemos a alguien para no tener que enfrentar la soledad y muchas veces no duele tanto perderlo sino la costumbre de tener a esa persona al lado, en especial cuando se trata de relaciones largas. Al principio, puede que una mala racha de postulantes te caiga encima, las citas son atroces (en mi casi, la gran mayoría). Soy activista y miembro honorario del pensamiento de la alternativa terrible, de tal manera, esperando lo peor es que decido salir con un muchacho. Bajas expectativas conllevan a cero desilusiones

sábado, 14 de agosto de 2010

La fantasia de la Mosca

¿Nunca fantaseaste con ser una mosca? Entre mis fantasías mas rankeadas tengo, en primer lugar, la de disfrazarme de monja (no es una fantasía sexual) e ir caminando por las calles y que la gente me considere un ser sagrado y digan lisuras bajito y se esfuercen por hablar en dificil porque, total, yo tengo el poder de acusarlos con Dios y que se quemen en el fuego eterno. Mi segunda fantasía, no es menos cuerda pero más emocionante, es convertirme en mosca. Sé que es más normal y común fantasear el día del matrimonio, el funeral (mi favorito) o quizás en el día que venga mi primera cría al mundo. Pero desde que tengo memoria siempre soñé con poder convertirme en una mosca y volar a lugares donde pasara desapercibida. Creo que más que nada mi fantasía parté de un deseo de espía frustrado. Nunca me gusto ese juego adolescente ( que nos sigue hasta viejos) de enterarte que dice o piensa de ti por medio de la amiga “confidente” quien en realidad es la menos discreta y las más boca floja ¿si no le puede guardar un secreto a él que te hace pensar que te guardara un secreto a ti? Las épocas del ¿pregúntale si le gusto? o ¿qué te dijo de mi? Nunca terminan sólo nos hacemos más prudentes, en la mayoría de los casos.

Regreso a mi fantasía, convertirme en una mosca volar hacia su cuarto y poder escuchar todo lo que dice de mi o si habla consigo mismo sobre mí. En mis peores momentos cuando me acecha la maldita pregunta ¿se sentirá igual de triste que yo? Es donde me gustaría convertirme en ese insecto y saber que sucede con él.Lamentablemente, en la realidad lo máximo que podría hacer es instalar micrófonos en su cuarto o cámaras de vigilancia, lo cual es posible pero creo que ilegal y hasta cierto límite obsesivo.

Es increíble la cantidad de horas que pasamos descifrando lo que ellos quieren decir o lo que trataron de decir. Lo cierto es que los hombres son criaturas prácticas y, en la mayoría de los casos, literales. Por el contrario, nosotras somos criaturas complejas que esperan que se anticipen a lo que queremos y si es posible que nos lean la mente. Incluso en las peleas es típico que los ilusos hombres caigan en la trampa de preguntar ¿estás molesta? A lo que, naturalmente, responderemos “No para nada, todo está bien”. NADA ESTA BIEN ¿es mucho pedir que se fijen en el sarcasmo? ¿Es difícil que lean la expresión fácil? No queremos ser complicadas sólo que presten más atención antes de meter la pata, un poco de sentido común o tal vez que sean un poco más minuciosos al hacer su examen de conciencia.

Sólo se pide un poco de intuición y que respeten los rituales, por ejemplo, si al despedirse suelen decir “chau te quiero, besos” y, de pronto, un día dicen “chau, cuídate”. No pueden culparnos por entrar en la alerta roja de preguntarnos ¿por qué ya no dice “te quiero” al despedirse? ¿Será que ya no me quiere? Luego de romperme la cabeza tratando de comprenderlos asimile que cuando un hombre dice “rojo” es “rojo” y no quiere decir violencia ni comunismo, son una raza práctica que no escribe entre líneas ni usa subtítulos. Empecé a comprender que ser directa con ellos es la mejor manera de lidiar con su falta de empatía pero no siempre es fácil porque existen cosas que esperamos que comprendan sin que tengamos que explicarles todo. Se quejan de nuestra falta de comunicación, creo que de lo que se deberían de quejar es de su limitación por no percibir sutilezas. Lo acompañe a una fiesta y no paraba de bailar con su ex, para cuando terminó y me busco yo ya estaba a kilómetros de distancia insultándolo camino a casa y aun así tuvo la poca cara de preguntar ¿Que paso por qué te fuiste así? Me pregunto si de verdad no saben que hicieron una trastada o se hacen los imbéciles.

Francamente creo que a los hombres los entrenan para hacerse los imbéciles posiblemente crean que, en cierto punto, nos apiadaremos y les perdonaremos bajo la premisa “hombre limitado carente de sentido común y bruto por excelencia”. Sin embargo, la táctica masculina de “No me di cuenta” es eficaz, en muchas ocasiones. Pueda que hayan encontrado la fórmula perfecta para “salir limpios de polvo y paja”.

Luego de una pelea me quedaba con las ganas de devolver tres veces tres el mal momento que me había hecho pasar. Después de las milesde peleas aprendes que lo peor que puedes decir es “perdón” porque una vez que acumulas cierta cantidad de “perdones” algo se rompe y empiezas a odiar esa palabra. Es cuando las venganzas silenciosas nacen con un sentimiento revanchista de hacer pasar a la otra persona por el mismo momento doloroso e incomodo al cual te expuso.

miércoles, 11 de agosto de 2010

“Date la oportunidad”

“Date la oportunidad, conoce a alguien” ¿por qué las amigas nos dan esos consejos? Es decir, al parecer piensan que el hecho de conocer a alguien depende de la simple decisión algo así como “date la oportunidad prueba el helado de frambuesa” ¿No piensan acaso que si fuera cuestión de mera voluntad ya hubiera conocido a alguien?

Incluso la frase “Date la oportunidad” No puedo dármela, la oportunidad debe de llegar sola aunque muchos libros de liderazgo y autoayuda me contradigan con esas frases idiotas de “NO ESPERES QUE OCURRA, HAZ QUE OCURRA” ¿Qué se supone que pretenden dando ese consejo? Si, realmente, quisiera darme esa oportunidad ¿Cómo me la daría? Suponiendo, por un momento, que esta frase sea la solución inmediata para todos mis problemas amorosos. Primero, buscaría a un hombre, cualquier hombre (porque estoy tomando la oportunidad, entonces, ya no tengo derecho a ponerme exquisita) luego, me acercaría y le diría algo como “Hola he decidió darme la oportunidad ¿estás interesado?” Lo peor de todo es que las amigas que te dan estos consejos son tan o más solteras que tú lo cual te confunde más y te das ganas de preguntarles ¿y tú por qué no te das la oportunidad?

Creo que entre mujeres hemos creado frases esperanzadoras para darnos apoyo unas a otras pero ¿de verdad las creemos o queremos creerlas? Una de mis favoritas, y si hiciéramos un ranking aparecería en las TOP 5 de las frases de consuelo amoroso, es la genialísima “el amor no se busca, aparece cuando menos lo esperas” ¡qué gran mentira! Este consejo, usualmente, lo dan las que están felizmente emparejadas pero seguro si alguien les hubiera dado esta frase como palmada en la espalda en medio de su solitaria existencia, entonces, no les hubiera causado la mas mínima gracia tal parece que “la vaca no se acuerda cuando fue soltera”.

Hace poco quejándome de mis infortunios amorosos con un amigo, este logro sorprenderme y, sin darse cuenta, me dio la versión masculina de las frases piadosas “TENGO MIL AMIGOS QUE ME PREGUNTAN POR TI”. Solo atine a ignorar el comentario y cambiar de tema, seamos realistas ¿si existen mil amigos, entonces por que jamás se me ha acercado ni uno? ¿Dónde están estos mil amigos? Y la pregunta más angustiante ¿son estos amigos imaginarios?

lunes, 9 de agosto de 2010

¿Y una chica tan linda como tú por qué está tan soltera?

¿Qué diablos pasa con el sentido común? A menudo las señoras me cogen de los cachetes y me preguntan ¿Tan linda y soltera? ¿Qué respuesta esperan? Luego de un incomodo silencio y una mirada fulminante prosiguen con la frase “Pero seguro no tienes novio porque no quieres”. Para mis adentros confieso que también me hago la misma pregunta ¿Tan linda y soltera? (y tan ególatra)

Luego de un tiempo sin estar en una relación desarrollas un terror al compromiso. Te conviertes en una solterona por elección. Aunque una amiga suele decir que si eres feíta, gordita y soltera eres soltera por causalidad, pero si eres guapa y soltera, entonces, eres realmente soltera por elección. Quisiera pensar que estoy en el segundo grupo, lo cierto es que luego de salir de una relación larga te acostumbras a tener a alguien a tu lado y llegas a desarrollar la idea de que sola no se puede y que la verdadera felicidad será encontrada cuando llegue la pareja indicada.

Pensemos por un momento en “la sirenita”, “blanca nieves”, “la cenicienta” o “la dama y el vagabundo”. Desde muy temprana edad nos han programado para esperar al maldito príncipe azul. Si Walt Disney siguiera vivo, entonces, enfrentaría serias demandas por daños y perjuicios de un montón de mujeres gritando enardecidas y con pancartas que dirían “WALT, EMBAUCADOR ¿DONDE ESTA MI FINAL FELIZ?”

Vivimos tiempos donde los hombres se han vuelto más dramáticos que las mujeres. La igualdad de género los ha degenerado y muchas hemos renunciado a nuestro conocido drama por la practicidad.Conozco mas mujeres que se aferran a su solteria que hombres, es mas, algunos muchachos son monogamos en serie, son casi un nuevo hallazgo.La verdad aun no se como definirlos pero, al parecer, adoran tener enamorada y no conciben su vida sin una mujer al lado. Mucho cuidado con esos que antes de terminar una relación ya tienen otra bajo la manga en caso de emergencia ¿qué acaso no recibieron suficiente atención de sus madres en la infancia? En mi caso, espero no ser el único, la soltería me ha traído una felicidad constante, existen sus recaídas (especialmente en invierno) o en las odiosas fechas de san Valentín que me dedico a insultar a las felices parejas que sólo saben atrasar las colas de los supermercados, reventar el aforo en lugares públicos y de esparcimiento, sin contar las largas colas en los cines y el despilfarro en miles de arreglos florales habiendo tantos niños que mueren de hambre en África. Bueno ¿hablaba de felicidad constante? Si es cierto, no existen responsabilidades para con otro ser que no sea mi gato, no tengo que reportarme ni aguantar el numerito de “No he sabido de ti en todo el día”, no existen celos y, sobre todo, puedo salir a donde me plazca con quien y quienes me dé la gana. Soy consciente de que, en algún momento, y en pro de la reproducción de la raza humana, eventualmente, tendré que renunciar a mi libertad pero será porque yo quiera.

Cuando se presente el “príncipe Azul” o diré “el engaño de Disney” lo sabré y abandonar mi libertad no será un duro sacrificio sino una feliz entrega.Es como si la sociedad te condenara por estar sola y la verdadera felicidad radicara en encontrar a una pareja. Si todo fuera tan fácil como en tiempos antiguos donde mi papá me hubiera cambiado por una docena de vacas y tres bolsas de trigo. Odio ese maldito dicho “A tu hijo cásalo cuando quieras, a tu hija cásala mientras puedas”.

Las señoras entrometidas, en realidad, esperan una respuesta que justifique mi falta de mari-novio o simplemente se solidarizan con mi soledad expresando mediante su pregunta las injusticias de la vida. Probablemente tengan la ilusión de que resumiré todo en una oración cuando preguntan ¿tan linda y soltera? ¿Será que a ellas Disney también les desgracio la vida? Atribuiré sus preguntas a un choque generacional o una falta de tino. Finalmente no puedo evitar preguntar ¿por qué el príncipe tiene que ser de color azul?

sábado, 7 de agosto de 2010

RING RING

¿Esperando esa llamada? Odio cuando los hombres dicen “cualquier cosa te llamo” ¿a que se refieren? ¿Van a llamar o no? Por más que siempre he intentado tomar las cosas de manera deportiva, caigo en la maldita espera de la llamada, en especial, cuando dicen “fácil te llamo para hacer algo”. “Fácil”, detesto esa palabra, creo que si de verdad quieren salir o van a llamar debería de hacerlo no anunciarlo. Es igual de indignante como cuando alguien te quiere contar algo y te dice “mejor no” ¿entonces por qué me dijiste que quería contarme algo en primer lugar?

En esta espera de la llamada o mensaje de texto, procuramos mantener la línea libre para que el maldito no se tope con la llamada en espera y no nos sorprenda con la conocida “llame pero me mando a buzón de voz”. Te desesperas colgándole a todo el mundo y diciéndole a tus amigas “te dejo, te dejo porque FACIL llama”.

Incluso cuando el teléfono no suena ni porque pusiste la alarma estas mirando de manera obsesiva una y otra vez la pantalla como si existiera una conexión telepática con el sujeto para que se anime a marcar tu número telefónico. De pronto, cUando suena el teléfono el corazón te da saltos, las manos se te ponen frías y si el aparato está lejos de ti corres rauda, astuta y velozmente dando un gran salto de tigre para cogerlo y contestar, ves que es un número desconocido y la emoción de carcome; resulta que es número equivocado (suele suceder).

Fallas técnicas, quien no ha pensando en la posibilidad que justo ese día hay alguna avería telefónica y por eso es que las llamadas no entran ¿y si está llamando y no funciona mi teléfono? Le pides a alguien que te timbre y, naturalmente, el servicio es óptimo. Aceptas la realidad peo aún es temprano y en el caso hipotético de que me invite a salir probablemente llame en la tarde porque si llama en la mañana de repente crea que suena muy desesperado ¡patrañas!

Te metes a bañar, rápido porque esperas la gran llamada, y cuando regresas ves en tu buzón de entrada 2 nuevos mensajes de texto. Te emocionas y una vez que los abres dicen “APRENDA INGLES EN SÓLO 3 CORTAS SEMANAS LLAMAR AL NUMERO 46253-342”.
Llegaron las 9 de la noche y haz tirado la toalla pero ahí no acaba todo te metes al Messenger esperando encontrarlo y que te dé una explicación racional. Tratas en el chat del facebook esperando a que la ventanita se abra y sea él contando que le robaron el celular o que todas las tarjetas de recarga del mundo se acabaron. Lo cierto es que le salió otro plan y no está sumido en el mundo cibernético esperando encontrarte.

Aprendí, con los años que cuando un chico te quiere ver, hará lo imposible por verte. Uno de mis pretendientes, siempre con una mano sobre la otra, hacia lo imposible para conseguir dinero para ir a mi casa a verme hasta buscaba algo de sencillo entre los sillones de su casa ( un tanto patético, jamás debió contármelo). Es momento de dejar de esperar y golpear el celular contra las paredes ¿quieres salir? Entonces sal y no te quedes sentada esperando a que él decida llamar o FACIL se anime. Los chicos deben de aprender que una tiene una vida ocupada y llena de planes (al menos crear la ilusión de que es así).

viernes, 6 de agosto de 2010

"Mas me pegas, mas te quiero"

¿Nos gusta que nos traten mal? Será que tenemos cierta fijación por los villanos de las películas. Particularmente debo de admitir que entre Superman y Lex luthor siempre encontré en extremo más atractivo al segundo. Lo que sucede es que los buenos muchachos son tan predecibles y tan asquerosamente correctos, por ejemplo, cumplí un año con Superman y quedó en llevarme volando a Francia pero de pronto escucha un grito de una anciana atrapada en un edificio en llamas ¿Qué hará? No lo piensa dos veces y me cancela por seguir con el maldito deber de salvar a la humanidad ¿Qué no puede dejar de robarle el protagonismo a los bomberos, solo una vez? Por el contrario, Lex así el piloto del jet privado se desmaye y empiece a vomitar sangre lo haría un lado, tomaría el control del avión hasta que lleguemos a Francia y una vez luego de haber aterrizado llamaría a su médico privado (tampoco es un desnaturalizado) e inmediatamente regresaríamos a la celebración del aniversario.
Definitivamente los malos muchachos traen emoción a nuestras vidas. Además, esta ese reto de tratar de domarlos y cuando hacen algo tierno es más valorado que si lo hiciera un bonachón.

Un muchacho me comentaba que las mujeres adoramos vivir el drama y cuando todo está tranquilo en la relación empezamos a aburrirnos y creamos líos más imaginarios que reales. Obviamente, rechace la teoría que me proponía incluso me di por ofendida. Sin embargo, es muy cierto secretamente nos gusta pelear y que nos pidan perdón aunque sea de vez en cuando es como ponerle un poco de ají a la comida, de otra forma, sería insípida.

Son fascinantes las conversaciones que uno puede escuchar en un baño de mujeres y es fascinante , también, como en el ínterin en que sales del baño y te lavas las manos una chica ha contado toda su historia amorosa y tú en solo 2 minutos ya te enteraste el nombre, apellido y razón social del pobre condenado. Ella se quejaba de que era un espíritu libre y estaba cansada de su relación, estaba completamente harta de que él le exija que lo llamara mañana, tarde y noche y se repetía “yo le dije desde un principio que no era de las que llama y él me dijo que estaba bien que es, mas eso era lo que le gustaba de mi”. Es que eso sucede con los chicos lindos y amorosos quieren estar contigo todo el tiempo y siempre, casi siempre, lo hace todo bien. Te crean un sentimiento de culpabilidad por no dar al 100% como ellos y cuando decides terminarlos parece que lo presienten porque justo ese día se aparecen con el ramo de rosas rojas más grandes del mundo y una gran tarjeta donde gritan todo el amor que sienten por ti.

Luego de haber probado mil patanes en tu vida cuando nos cruzamos con un chico muy lindo pareciera que estuviéramos condicionadas al maltrato y nos abrumara tanto amor. Empieza a nacer cierta animadversión hacia él y hacia sus múltiples detalles. Lo peor es cuando todas tus amigas empiezan a tomarle cariño y te ven como una despiadada cada vez que quejas de él y te repiten “pero fulanito es tan bueno y te quiere tanto”. Lo que pasa es que los santos nunca van a ser iconos sexuales y no he conocido ni a una sola mujer; excepto por María Magdalena que por ahí, se confundió con Jesús pero Jesús era guapo así que es fácil de comprender; que se haya enamorado de un santo.

Entre mujeres nos reforzamos la idea del “Dale una oportunidad, es un buen chico y se nota que se muere por ti” pero con eso sólo logran empujarte a una relación de la que no estás segura. Admito que existe una escases de buenos chicos hoy en día pero ¿es suficiente razón para aferrarte al primero que se cruza considerando como único requisito su bondad?

Tiene dinero, termino su carrera y ahora, sigue su pos grado, un tipo habilísimo y encima músico; el sueño de cualquier mujer pero no el mío. Me repiten ¿Cómo vas a dejar pasar a alguien así? Simplemente no estoy dejando pasar ni perdiendo nada que me interese, soy consciente de que es un buen partido para una “caza fortunas” pero, eventualmente, lo dejaría porque no existe esa química y esa pasión. En pocas palabras porque una blusa sea muy Armani no tiene por qué gustarte. Tus amigas y tu madre te dirán “ya quisiera yo conocer a un hombre así”, entonces, adelante porque yo paso.

No quiero más pensar en malo y bueno ¿por qué será que a veces lo que nos gusta es inmoral, ilegal o engorda? yo sólo quiero alguien que logre que me tiemblen las piernas cada vez que lo vea, que me haga decir cosas incorrectas y me ponga nerviosa con solo sentir su voz. No pido mucho, aunque sea alguien cuerdo sin ninguna patología o cicatriz de infancia ¿alguien tiene el número de Lex Luthor?

miércoles, 4 de agosto de 2010

Limpieza Dental

A medida que los años van pasando se va volviendo más difícil conocer a alguien pareciera que ya hemos explotado todos los nichos habidos y por haber, nos volvemos más exigentes y pasados los veinte años ya no buscamos a alguien con quien pasar el rato. Parece que el reloj biológico te susurra “Recuerda que estas en edad reproductiva, busca un macho apto deja de perder el tiempo”.

¿Si conocieras al hombre perfecto en el escenario equivocado? Como si ya no fuera difícil conocer a alguien normal. Conocí al hombre perfecto (al parecer existen unos cuantos), guapo, profesional, exitoso y doctor, el sueño de toda madre para su hija solterona y el galán de cualquier novela mexicana, en el dentista cuando fui a hacerme una limpieza dental. Divise a mi teleobjetivo en la sala de espera fingiendo leer una revista mientras imaginaba cuan atractivos serian mis hijos si me reproducía con ese espécimen jamás antes visto por esos lares. De pronto, escuche mi apellido anunciando que era mi turno y tuve que abandonar mi fantasía a la fuerza. Entre al consultorio y espere pacientemente al doctor Huertas, un anciano inofensivo y completamente asexual ante mis ojos, grande fue mi sorpresa cuando el hombre de mis sueños reproductivos seria quien sacaría el sarro de mis dientes y me hablaría de cepillos interdentales porque mi querido Doctor Huertas se encontraba en algún maldito seminario para mi desgracia. No negare que intente huir de la situación alegando que prefería a mi doctor de confianza, después de todo los dientes son una cosa seria. Finalmente , tuve que ceder, fueron los peores 40 minutos de mi vida con la manguera saca saliva colgando de un lado de mi boca y este hombre maravilloso diciéndome “escupe”, ”enjuaga”, halagando el nivel de saliva que mis glándulas producían. No obstante yo no perdía la esperanza me convencí a mi misma de que el tipo en cuestión era gay, incluso cruce los dedos porque fuera casado (pero no ningún anillo). Es que uno debe de ser realista ¿Cómo pretender siquiera hacer el mínimo coqueteo luego de tal experiencia? ¿Cómo les contaría a mis hijos (ficticios) la historia de cómo conocí a su padre? “Conocí a tu padre una tarde de invierno mientras revisaba mi cavidad bucal" Desde ahí ya la historia está mal y mata cualquier pisca de romanticismo.

Probablemente me declare una discriminadora pero debería de existir una clausula o un requisito en las entrevistas de admisión a las universidades donde si un hombre guapo tiene la vocación de ginecólogo o dentista sea rechazado categóricamente ¿si eres guapo y ginecólogo que te hace pensar que las mujeres dejaran que las revises? Y no, no estoy exagerando ¿A qué hombre le gustaría que una mujer escultural y maravillosa le venga a hablar sobre sus problemas de disfunción eréctil?

martes, 3 de agosto de 2010

"El que la sigue la consigue"

¿Para lograr algo hay que insistir? Nunca he sido una persona persistente, en cuestiones de amor tengo las cosas muy claras. Mi filosofía me ha salvado de triángulos amorosos y andar tratando de convencer a alguien de por qué debe de escogerme me parece la peor estrategia del mundo. No logro comprender a las mujeres que luchan por su hombre y se atreven a meterse en relaciones llamando por teléfono o mandando mensajes de texto citándolo en lugares bajo la excusa de que sólo quiere verlo porque aunque hayan pasado los años y el tenga novia ¿aún somos amigos, no? Cuando me he encontrado con mujeres “luchadoras” en mi camino y han tratado de empezar una competencia de “vale todo” por el hombre en cuestión he optado, sanamente, por hacerme a un lado. Se trata de tener claro que él no es el premio, tú eres el premio y no se hable más. Si él te quiere en serio no lo pensara dos veces y mandara al diablo a “la luchadora” aquella muchacha que busca probar, patéticamente, que es la mejor y más apta para procrear pero sólo tiene graves problemas de autoestima y quizás no haya recibido suficiente atención por parte de su padre cuando era niña.

Dejo claro que no aprecio la perseverancia en las mujeres cuando de conquistar se trata. Crecí con mi papá repitiendo “lo hombres saben para que es una mujer y para qué son otras” o en buen cristiano, los hombres saben que mujeres valen la pena y que mujeres son para pasar el rato. Si eres una mujer que vale entonces no lo dudes y oblígalo a que se vuelva necio, total, si te quiere a ti que le cueste y que la sude. A los chicos parece gustarle el reto y mientras más difícil sea, más interesados están. Si es que se dan por vencidos de arranque significa que no están listos para jugar en las ligas mayores y sólo querían jugarse una pichanga de fin de semana, es decir, querían alguien para pasar el rato y cero compromiso.

“Donde pone el ojo, pone la bala”, llega una edad donde no te vas con medias tintas. Quieres un hombre y no un niño. Uno que sea lo suficientemente macho para atreverse y no andar insinuando que quiere salir contigo o el famoso “llámame si alguna vez quieres hacer algo” ¿de verdad creen que llamare? Tendría que estar desesperada o loca para llamarlo yo. Si él quiere salir conmigo que llame él, total tiene mi número.

Existen los que se atreven y luego a la hora de la verdad entran en ataque de pánico con la sola idea de tener que salir en una cita contigo a solas ¿Qué les pasa? Conocí a un muchacho que insistió para salir conmigo. Fue tanta su insistencia que, francamente, despertó un interés en mi, así, que ni lenta ni perezosa le dije que sí. Llegado el momento decisivo creo que una fuerza divina le reveló que tendría una cita con “el bebé de Rosemary” porque se apareció con su amigo, solo faltaba que se cogieran de la manito para no perderse. Me sentí un poco aturdida pero decidí pensar lo mejor, posiblemente necesitaba un poco de valor y en un rato despacharía al acompañante. Una vez encaminados en la cita y luego de una hora, seguíamos siendo los tres, media hora más tarde y con un aburrimiento extremo mi “valiente” galán empezó a llamar compulsivamente a más chaperones (¿Cómo si con uno no fuera bastante?). Después de que logro conseguir un quórum masculino de “machos apoyando machos porque tememos a las hembras” nos dirigimos a un grifo donde se desarrollo la peor conversación del planeta basada en carros y en toros ¿Qué me sucedió? ¿Por qué diablos no invente que tenía que ir a salvar ballenas en el polo norte? Cualquier cosa para irme de allí. Hay situaciones que te dejan tan anonadada que no sabes cómo reaccionar y me bloquee, totalmente. Creo que entre los hombres se cuentan la leyenda urbana de que si te quedas conversando con una mujer a solas por más de dos minutos te empieza a salir vagina.

De los muchos especímenes con los que he salido uno de mis favoritos es “el cancelador”. Ese chico que adora cancelarte al último momento. Yo comprendería a este si tan sólo existiera una prueba de que yo tuve la iniciativa y lo puse en aprietos con mi insistencia que no le quedo otra opción que aceptar la salida. Pero, nadie los obliga es más insisten y presionan para que a las finales se echen para atrás. Otra cosa son las excusas inventadisimas que insultan mi intelecto, es decir, si van a mentir que lo hagan bien y se tomen el trabajo de elaborar una mentira verosímil. Me cancelo una hora antes de la salida ¿Qué los hombres no saben nada de mujeres? Así no estemos interesadas en el muchacho igual nos tomamos el trabajo de emperifollarnos, en mi caso, peluquería, algo de maquillaje y el asqueroso trabajo de pensar qué diablos ponerme ¿Aún así me plantan? Creo que los hombres deberían saber cuántas molestias se toma una para salir a una cita y no lo tomarían tan a la ligera. Por el contrario, se esforzarían el doble por hacer que pasemos uno de los mejores momentos de nuestras vidas.

Otro tipo de galán de poca monta y creo que el más peligroso es el de las “eternas salidas”. Ese que siempre te invita salir y nunca te dice nada, es más, ya no sabes cómo insinuarte al “eterno pretendiente”. Todo indica que le gustas pero, al mismo tiempo, no da señal alguna de cortejo. Salí durante un año con un “eterno pretendiente” incluso conocí a su familia y lo acompañe a un viaje a su pueblo natal, aguante a su tía solterona y a otra que se puso a llorar mientras se depilaba las cejas con cera y sufría por las infidelidades del esposo, soporte que su primito tire por el wáter mi cepillo de dientes y, por último, compre una obscena cantidad de pan y queso para los parroquianos que estaban al mando de su tío sacerdote ¿todo para qué? Eventualmente dejamos de salir yo estaba harta del “calienta, calienta pero no prende”. Dos meses después me entere que había conseguido una novia, que indignación.

Cada vez que un chico no me hace caso mi mamá me consuela con la teoría de que debe de ser homosexual. La verdad me gustaría aferrarme a esa idea pero luego recuerdo quien lo dice y regreso a la realidad de otro amorío fallido. Creo que en cierto momento llega tu igual y simplemente ambos lo saben y por cosas de la vida, todo simplemente funciona sin forzar nada ¿Cuándo encontraré a mi igual?

miércoles, 28 de julio de 2010

"Hasta la Mejor pachamanca cansa"

¿El amor se desgasta? No logro entender eso de estar enamorada, pensar en alguien las 24 horas del día y querer verlo todo el tiempo que se pueda y aún así nunca parece suficiente. Guardo recuerdos de sensaciones que se asemejan al amor, la primera vez que te vi no sentí nada, es más, ni siquiera te hubiera notado si tú no hubieras dado el primer paso. A veces nos empezamos a interesar en alguien por el simple hecho de que ese alguien está interesado en nosotras es como cuando no tienes hambre pero te ponen una torta rica enfrente y empiezas a comer por puro vicio.

Yo estaba tranquila hasta que llegaste tú, me inquietaste, llenaste mi mente de ilusiones y me hiciste pensar en ti ¿de quién es la culpa? Existe la teoría del capricho, no sé si es 100% verdadera pero cada vez que digo que lo quiero mis amigas suelen decirme que no, que lo que tuvimos él y yo no fue una relación verdadera sino un drama adolescente generado por las familias disfuncionales en las que vivimos cada uno lo cual nos hizo buscar, inconcientemente, una relación tortuosa pero ¿Cómo saber cuándo es amor y cuando es capricho?

Sublimamos lo que no tenemos, lo inalcanzable es atractivo. Es mucho más fácil imaginar lo maravillosa que sería una relación con un imposible porque no la has vivido y crees, tontamente, que todo estaría resuelto en el mundo si ambos estuvieran juntos. Pronto comienzas a desarrollar la delirante idea de que nadie se le compara, por más perfecto que sea nunca tan perfecto como él. Los unicornios no existen y, por lo tanto, esperarlos es como hacer cola para el cine cuando los boletos ya se terminaron.

En primer lugar, debes de tener claro y meterte en la cabeza que este hombre perfecto al que te dedicas a idolatrar y enumerar sus millones de virtudes es un mortal. Un mortal que no está interesado en ti, por más que quieras crearte mil excusas como “es que lo que pasa es que le tiene miedo al compromiso” o “es que él cree que no le hare caso, tiene miedo de malograr nuestra amistad”.

Nada es perfecto, el otro día mientras caminaba vi un vestido en un maniquí no lo pensé dos veces y decidí comprarlo. Me gusto tanto que ni siquiera me detuve a probármelo, el día siguiente, con mucha ilusión me lo puse. Gran desilusión, me quedaba horrendo, definitivamente hay cosas que se ven mejor en el maniquí que cuando te las pones.

No soy la persona indicada para hablar de amor porque no sé exactamente cómo se siente o he sentido puros caprichos pero algo me queda clarísimo sobre el tema. Cuando quieres a alguien te desesperas por tenerlo a tu lado, no existen dudas. Quieres salir gritando al mundo ¡es mío! ¡Es mío! Desarrollas la necesidad compulsiva de hablar de él y lo metes a tus conversaciones a las malas o a las buenas. Una obsesión le pisa los pies al amor, sé que así se debe de sentir, dos locos mirándose a los ojos y no funciona si solo hay un loco mirando a un lúcido. El amor son dos locos ¿Dónde está mi loco?

martes, 27 de julio de 2010

"Tomando el toro por las astas"


Siempre he admirado, secretamente, a las mujeres que “toman al toro por las astas” y son capaces de declarar sus sentimientos a un hombre ¿han superado el miedo al rechazo? ¿Tiene acaso una autoestima exageradamente alta o baja? Lo cierto es que si hiciéramos un censo más de una confesaría que, en algún momento, hubiera querido tomar la iniciativa y decir todo lo que siente, especialmente, cuando los muchachos se demoran una eternidad.

Las mujeres que optaron por “los finales rápidos y misericordioso antes, que las amistades largas y malintencionadas”. Lo cierto es que el nivel de exposición es extremadamente angustiante, es increíble y admirable lo que los hombres han tenido que enfrentar durante siglos, el rechazo. Agradezco haber nacido mujer, de lo contrario, como hombre jamás hubiera podido ni siquiera dar mi primer beso sin entrar en un ataque de pánico.

Uno de mis mayores actos de valentía fue invitar al chico que me gustaba para que fuera mi pareja de promoción. Un año de admiración silenciosa y felicidades de plástico ¿perdí mi tiempo? Pues claro que sí , si desde el comienzo me hubiera dado cuenta que lo único que esta persona pretendía era una SANA amistad , entonces, no hubiera perdido un año de mi vida preguntándome, infiriendo ni mucho menos haciéndome ilusiones. Creo que al atreverte a decir lo que sientes aceleras el proceso natural de las cosas, tomas un atajo a sabiendas de que estas apostando en las ligas mayores. Renuncias a la maravillosa incertidumbre y a los coqueteos, te aburres de andar descifrando y abres la sorpresa antes de tiempo. Finalmente, precipitas la respuesta negativa o positiva. Existen ventajas, si la respuesta es negativa, entonces, simplemente lo sabes probablemente llores por un día o dos pero te ahorras harto trabajo mental. De ser una respuesta positiva, es como saber de antesala el final de la película.

¿Cómo te declaras a un hombre? ¿Lo invitas a comer y a una película? ¿Le dices lo único y maravilloso que es? Intento plantear una imagen caricaturesca. No niego que he tenido el impulso de esta declaración a pesar de sufrir de pánico escénico. En mi caso, he ideado un plan infalible, imaginemos que faltan 10 minutos para que parta mi avión con destino a Alemania donde me quedaré por 2 años a vivir por cuestiones laborales, sólo en ese caso marcaria el número afortunado y le diría todo lo que siento y he sentido todos estos años, acto seguido colgaría y tiraría el celular en la pileta más cercana.

Pasos de bebé, una cosa a la vez pero, en definitiva creo que lo mío es continuar admirando a estas “amazonas” por su valentía y alentarlas desde la banca. Escojo el método antiguo donde el chico conoce a la chica. Ambos se enamoran luego se quieren en secreto hasta que el chico se atreve a declararse a la chica tartamudeando, aterrorizado y con las manos frías. Quiero el suspenso, la espera y romperme la cabeza preguntándome si ¿le gusto o no le gusto? Quiero desojar margaritas. Al mismo tiempo me expongo a la agonía y la espera por algún infeliz que, quizás me haga feliz o me rompa el corazón.

No planeó romper paradigmas tampoco lo descarto porque cuando me toque enamorarme quizás me de la enfermedad esa donde “valió la pena porque fue por ti”. Hoy todo suena a cursilería barata pero ¿Quién lograra quitarme el pánico escénico y hacerme perder la cordura en un arranque de sinceridad extrema?

sábado, 24 de julio de 2010

"Pero si lo quieres , dile que lo quieres"

¿A medida que vamos creciendo las cosas se van complicando o las complicamos? Cuando mi hermano era pequeño le contaba mis problemas sentimentales, yo alguien de 19 años consultando con un “experimentado macho” de 12 sobre relaciones amorosas. No interesaba lo complicado que sea el problema la respuesta siempre era la misma “pero si los dos se quieren, dile que lo quieres”. Si, es simple y al mismo tiempo tan complicado. Llegas a un punto donde el consejo de un niño es tan sabio, tan simple, tan obvio pero al mismo tiempo el más difícil de tomar en cuenta.

Con toda la inocencia en el alma, antes de que la malicia entrara por mi torrente sanguíneo, pensé que si logras juntar las palabras correctas para poder hablarle a alguien, entonces, podrás llegar a su corazón. Unos años mas tarde y con una fuerte cantidad de cinismo entendí que cuando dejamos de ser niños nos volvemos unos adultos llenos de traumas, miedos y orgullos. “Pero si los dos se quieren, dile que lo quieres” pero que simple y que lógico. Claro que puedes buscar al desgraciado mirarlo a los ojos y abrirte el pecho mientras vas vaciando la entraña pero, entonces, estas faltando a las estrategias, el juego enfermo que jugamos los adultos. Una lucha de poderes, estas cediendo y al ceder, estás perdiendo. Quizá algún inocente me corrija pero que tal vez si la persona a quien vas a declarar tus sentimientos ha sido previamente asesorada y le han dicho, erróneamente, que se haga el difícil tras la famosa estrategia de “Déjala sufrir”, “no la llames, que te extrañe” o “ ignórala y vendrá corriendo a ti”. Muchas de estas estrategias forman parte del inconsciente colectivo y han demostrado cierta efectividad. Pero qué tal si nos enfrentamos contra un oponente mas habido y curtido en temas del corazón. Enfrentas una desventaja si tu victima conoce las estrategias y contraataca. “Ignórala y vendrá corriendo a ti”, hombre iluso porque cuando se dio cuenta que el único que correría tras él era su perro no le quedo nada más que ceder y llamarme. Antes de dar un paso una tiene que estar segura que terreno pisa.


Es curioso, al menos en mi caso crecí con la idea de que uno no debe de mostrar interés alguno y si alguien te quiere, entonces, debe de esforzarse al máximo por llamar tu atención. En la práctica no es tan rentable, a la larga los muchachos se cansan de jugar solos y tengo tan reforzado que “mostrar interés” es dar tu brazo a torcer que se aburren y se van. En esto de la relaciones amorosas uno debe de aprender a leer entre líneas y andar descifrando señales mixtas que sólo logran preguntas famosas como ¿tú piensas que esté interesado?

En un mundo perfecto y con cantidades industriales de alcohol en el organismo. Todo sería tan simple como acercarte y , sin rodeos, revelar las verdaderas intenciones. De esta manera nadie viviría confundido, no tendríamos que pasar por la confusión de la primera cita, esa agonía de saber si llamara o no llamara. La primera cita es casi como una entrevista de trabajo donde, literalmente, se cumple la frase “no nos llame, nosotros lo llamaremos”

Es muy probable que un niño diga pero ¿si quieres llamar por qué no llamas? No llamo porque tengo la conciencia sucia. Es decir, cuando te gusta alguien crees que todo lo que hagas, hasta lo más mínimo, te delatara por completo. El misterio, la incertidumbre que forma parte de la magia del cortejo.

Quisiera que todo fuera tan fácil como cuando descubrí en el nido que Rodolfito estaba enamorado de mí. Mi primer pretendiente que a punta de pellizcos y coscorrones trató de enamorarme, luego de 16 años el panorama no ha cambiado mucho, pareciera que los muchachos se esfuerzan por mantener en secreto sus intenciones y que el pellizca primero pierde ¿hasta cuándo seguiremos jugando?