martes, 12 de octubre de 2010

"Pablito clavó un clavito"

¿Será cierto que un clavo logra sacar otro clavo? Nadie puede culparme por haber hecho trampa en el amor. El proceso de “superar” a alguien es, casi siempre, fatal. No obstante, todo parece facilitarse cuando encuentras a tu “Pablito”. “Pablito” nació gracias a que una muy buena amiga se harto de tener que sufrir, llorar y patalear por cada patán que se atravesó en su vida. “Pablito” no es un amigo imaginario, es el chico que se presenta en el ínterin donde, simplemente, quieres olvidar al ex. Te mantiene distraída, por lo tanto, no tienes tiempo para lidiar con tu dolor. Un chico de turno por el cual sabes no desarrollaras sentimiento alguno y solo sirve para divertirte. Debo de advertir que por la fragilidad que una atraviesa pueda que confundas a “Pablito” con “el hombre que tanto esperabas” pero, usualmente, eso de terminar con una relación y empezar otra, es contraproducente porque no estamos del todo listas y en algún momento los recuerdos llegan a alcanzarnos y cuando nos encuentran, entonces, nos golpean y empezamos a llorar como locas porque escuchamos una canción en un micro. Puede ser que la canción ni tenga que ver con él pero ya encontraremos la forma de vincularla con él.

El cuento ese de que han pasado dos semanas y te sientes totalmente superada es un “autoengaño” porque al segundo que te lo cruces LA MENTIRA SE ACABO. “Quien nada debe, nada teme”, si estas TOTALMENTE superada puede que ni te percates, es más si pasa por tu costado, es posible que ni te des cuenta. Pero si lo ves acercarse y tus manos empiezan a ponerse frías y una sensación de vacío en el estomago se apodera de ti sabrás que el estado de anestesia terminó y es momento de enfrentar el pos operatorio sin calmantes (sin “Pablitos”) como los machos o, en nuestro caso, como las hembras.

El primer encuentro luego de una ruptura es la prueba máxima. De acuerdo con mi experiencia escoger a alguien del trabajo o de la universidad es potencialmente peligroso. En el trabajo porque tendrás que toparte con él cada maldito minuto del día y en la universidad porque el destino es caprichoso y te lo cruzaras en pasillos, clases (si están en la misma facultad) o en reuniones de amigos en común. Si tan sólo fuéramos completamente racionales a la hora de enamorarnos y dejáramos de lado todas esas boberías hormonales y pudiéramos controlar a las desgraciadas feromonas, todo sería jodidamente simple.


Habían pasado cuatro meses desde la última vez que no vimos. Es algo así como cuando dices que no quieres algo pero en el fondo (extremadamente fondo) sabes que lo quieres. Es más te repites en voz alta y a tus amigas “normal si lo veo, total a mi no me importa”. Pero al instante en que lo vi empecé a preguntar a mis pares ¿me miró? ¿Qué cara puso cuando me vio? Cada detalle, respiración, fruncido de ceño, estirada de brazo se interpreta como algo, muchas veces imaginamos el 80% o exageramos un simple “hola” y los desmenuzamos hasta concluir que con “hola” quiso ser frio, cortante y distante.

¿Cuándo superas, realmente? ¿Cuándo dejas de sentir? Pareciera que mientras van pasando los años las cosas se complicaran más y si pudiera regresaría al primer año de secundaria donde mi principal conflicto era ¿Qué habrá de almuerzo? Solo unos minutos de paz del sexo opuesto ¿Cuándo todo se volvió tan difícil?

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Que drama..... Nada se olvida Ale ... y CREO que por ahora olvidar a tu ex sera inutil mientras lo menciones al escribir...

Ale Odar dijo...

Lo tendré en cuenta...la verdad lo escribí para una amiga que está pasando por los líos de olvidar al ex....pero tal parece que es un grito con respuesta de AUTOAYUDA...

Abbie dijo...

Echo de menos tus actualizaciones :(
=)

Ale Odar dijo...

Me di un tiempo y te dedico mi última actualización :)