lunes, 15 de noviembre de 2010

Momento Decisivo

|¿Quién no soñó con ser Julia Roberts en “pretty woman”? Quitando la parte de prostituta, claro está, todas hemos fantaseado con encontrar a ese galán de Hollywood que sea capaz de un acto heroico perdiendo la vergüenza ante el mundo mientras profesa su amor. Daria todo porque esa escena se cuele a la realidad donde Julia Roberts sobre para al escuchar el sonido del claxon de la limosina que viene a toda velocidad acompañada de una música liberadora y Richard Gere llega con ese gran ramo de flores y grita “princesa Vivian”, acto seguido, vence su temor a las alturas subiendo por las escaleras de incendio con el ramo en la boca mirando hacia abajo con terror a caerse. Ese es el momento decisivo cuando Julia piensa que todo ha terminado y ya no espera nada. Adoro ese momento cuando crees que todo acabo, yo lo llamo “línea de vida” cómo cuando el protagonista cae por un risco y crees que murió pero, en realidad, se quedo enganchado de una rama y se salva. Es que se valora más algo cuando lo damos perdido y, de pronto, lo recuperamos.

Me gusta fantasear con el momento decisivo, esa antesala al final perfecto. La famosa escena del aeropuerto, la protagonista decide aceptar ese trabajo en el extranjero para salvar morsas en algún país nórdico y JUSTO cuando es momento de abordar se levanta, toma sus cosas, suspira, da unos pasos y voltea esperando a que alguien, su alguien la detenga pero nada sucede. De pronto, aparece el amor de su vida y la alcanza agitado, jadeante recitando el discurso más increíble y convincente. Inmediatamente, ella se olvida de las morsas y corre a sus brazos y nos regalan el beso más romántico del universo. Que puedo decir, la mentira nunca termina, de niñas Disney nos miente con el final feliz y de grandes Hollywood nos engaña suciamente con el momento decisivo por eso prefiero las películas con final abierto.

A pesar de mi cinismo, sigo esperando mi “momento decisivo” porque yo di todo por perdido y sólo supe tapar el hueco en la pared con un cuadro. Hay que conservar las apariencias y de vez en cuando mirar para atrás sólo para asegurarnos que no hay nadie corriendo detrás de una. Estoy segura que siempre tomaré una pausa, siempre me demorare un tiempo extra tratando de dejarme alcanzar por si me quieren detener y disuadir de ir a salvar morsas en Alaska.

Yo no espero una garantía, quiero un discurso donde me digan que quizás nada salga bien, que probablemente hasta un día nos saquemos los ojos y llegue un día que yo sea la última persona que él quiera ver pero me prometa que aún sabiendo todo eso nos queremos lo suficiente como para atrevernos e intentarlo porque sería más loco estar separados que juntos.

4 comentarios:

LaCuarent dijo...

Si es que el cuento con final "...fueron felices y comieron perdices", Ha hecho mucho daño en las mentes femeninas, porque ese final no es un final sino el principio de una nueva etapa que te llevará a otro de tus "momentos decisivos" y así, suma y sigue toda la vida, la diferencia es que ese momento decisivo puede ser un hueco en el alma que no lo tapa ni el cuadro del Océano Atlántico.
Besos

Ale Odar dijo...

"Un hueco en el alma"...a veces nos gusta idealizar los momentos decisivos...es mejor esperar algo que no esperar nada...pensar que hay algo pendiente cuando, en realidad, todo terminó...besos

Abbie dijo...

Yo, prefiero pensar que no queda nada.. y después sorprenderme al descubrir que sí lo había antes de llevarme una gran desilusión.

Viany dijo...

tb espero q griten PRINCESA VIVIAN! jajajaja