sábado, 25 de diciembre de 2010

Conspiraciones

¿Existen las conspiraciones? ¿Nos encontramos por casualidad? Es increíble pensar la serie de eventos que tienen que ocurrir para que dos personas se conozcan es casi como una sinfonía, un ensamble perfecto. Sincronía para que dos se miren, se tropiecen o hablen por primera vez. Me pregunto si me eh cruzado con esa persona en la calle o inclusive nos hemos mirado pero, simplemente, no era nuestro momento.

Me gusta pensar que existe una conspiración del mundo para que dos personas se encuentren. Que comparto pensamientos simultáneos con alguien que se encuentra tan lejos de mí pero a cierta hora del día ambos pensamos en cada uno, sin pensar en cada uno, exactamente. A la conspiración le ayuda la iniciativa, eso de “poner de tu parte” y “si quieres que algo suceda, haz que suceda” no sólo se aplica en los libros de autoayuda. Mi hermano esta aterrado por iniciar una relación, yo me pregunto pero ¿aterrado de qué si tiene dieciseises años? Aterrado de que dure porque tiene miedo a enamorarse y de que duela. Entonces, le dije que si uno toma un riesgo y siempre vas a pensar en las consecuencias siempre vas a limitar tú vida, me miro, muy serio, y me dijo ¿Cuándo tú vas a seguir tu propio consejo? Y sólo tiene dieciséis años. Las criaturas de hoy en día cada vez más insolentes y más sabias.

Veo todos mis fracasos amorosos como ensayos para cuando, al fin, me tropiece con “la persona”, entonces, será momento de poner en práctica todo lo aprendido. Tengo la teoría de que el mundo se divide entre perros y gatos. Los perros son personas asequibles y predecibles, excelentes compañeros .Los gatos, son un reto, independientes, desconfiados, completamente inciertos pero, como todo dueño de gato sabe, una vez que logras que un felino se enamore de ti, entonces, sabrás que valió la pena. Cuando “la persona” se atreva a buscar su gato, entonces, que me busque y que el mundo haga su plan maestro para que nos encontremos.

Luego de una racha de malos candidatos encontré cierto consuelo en la lectura de las hojas de coca, “uno quiere creer lo que uno quiere creer”, en este punto había decidido creerle hasta a la galleta de la fortuna o basar mi vida en uno de esos mensajes que vienen en los dulces del turrón de doña pepa. Nunca creí en eso pero la desesperanza te hace recurrir a métodos paganos y herejes. Me convencieron con un mito urbano que le paso “a la amiga de una amiga” (nunca dicen el nombre porque nadie la conoce), resulta que esta chica escéptica (creo que ese dato me lo dieron para que yo me sienta identificada) fue donde una adivina y en la lectura le salió que conocería a su enamorado parada, pues bien, salió aun más escéptica y refunfuñando por el dinero perdido. Semanas más tarde esperando en la cola del cine conoció a este muchacho y se enamoraron, dicho y hecho lo conoció parada. Esta inspiradora historia me dio bríos para aventurarme a una lectura, en mi caso prácticamente me dijeron que espere sentada porque el hombre de mi vida estaba saliendo con alguien más, por supuesto, que no funcionaria y que pronto se desencantaría y terminaría estando conmigo, sigo esperándolo.

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