domingo, 12 de diciembre de 2010

Caretas

¿Fingir felicidad extrema? Me declaro pro caretas demócrata. Usualmente cuando una relación termina siempre tenemos a la víctima y al victimario. Termine con él porque realmente no lo quería, es decir, ¿Quién puede culparme? Mis intenciones eran buenas y honorables. Pienso que mi error fue forzar mis sentimientos y estar con alguien para olvidar a otro es una excelente idea en teoría pero en la realidad creo que a las personas no les gusta mucho saber que han sido usadas.
Desde mi perspectiva cuando dejas a alguien le estás haciendo un favor pero ¿Por qué la otra persona no parece darse cuenta de eso? Cuando para mí el mensaje es perfectamente claro. Entre líneas estás diciendo “me importas lo suficiente para dejarte porque espero que encuentras alguien que te quiera porque, ciertamente, yo no lo hare”. Tuviste toda la iniciativa de querer querer a alguien ¿entonces donde está el problema? ¿Por qué el resentimiento?

Fui a un bar y lo vi a los lejos, a mi víctima. Este pobre animal herido pasó por mi lado y decidió hacer un despliegue de orgullo, califique su intento de superación como patético. Es decir, los hombres y mujeres deben de saber que cuando, en realidad, haz superado a alguien, entonces, saludar a esa persona no te implica mayor problema. Años de experiencia en relaciones amorosas te dicen que saludes con una gran sonrisa en la cara, así, en realidad, demuestras verdadera y pura superación. Solo un marcado retraso social puede explicar que este individuo haya ignorado las reglas del juego de las relaciones amorosas. Es más pienso que cuando este chico encuentre, en realidad, alguien que lo quiera. Una chica buena y de su casa, bien criadita, entonces, me llamara para agradecerme e incluso en el brindis de su boda seré mencionada como la mujer que hizo todo posible.
En tiempos donde hay que ser civilizados y no andar mostrando las entrañas. Digo hay que tener pudor y un poco de amor propio antes de andar mostrándote como víctima en lugares públicos. Si hubiera podido acercarme a este chico y decirle ¿Por qué el desprecio? La respuesta es obvia “porque no me quisiste” pero ¿Alejandro Sanz tampoco me quiere y lo desprecio? Completamente irracional.

Mi introspección no encuentra bases en que haya querido que me saludaran sino en la injusticia de ser acribillada con la mirada por el simple hecho de no haber querido a alguien. Y si sirve de consuelo todos sufrimos por alguien, me han roto el corazón y he roto corazones pero, finalmente, creo que todos tenemos un amor que nos complica la vida hasta que encontremos a “la persona” entonces tendremos más de mil nombres derivados de relaciones fallidas a quienes agradecer en el brindis de nuestras bodas.

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