domingo, 11 de noviembre de 2012

Panegírico



Hoy me permito ser sensible y saco mi pena al aire, me pongo al nivel de quienes le hablan a Dios mediante las redes sociales y reparten bendiciones y oraciones. Hoy y solo por hoy, los comprendo. Por fin entiendo que  existen dolores tan grandes que es necesario ponerlos en el escaparate del centro comercial mas transitado, cuando el alma duele quisiéramos que el mundo se detenga y haga un minuto de silencio, que absurdo.

Bianca hizo esperar a los ángeles, dueña de una mirada despectiva, una personalidad flemática y una animadversión hacia los niños y a los cachorros. Fue la peor de las madres y le encantaba caminar sin rumbo. Su ladrido parecía un cacareo y era fanática de la comida china. Sus ojos eran dos faroles y su pelo, en sus épocas mozas, se robaba las miradas de todo aquel que la veía caminar por la calle.

 Si, se muere un perro más, un animal dependiente y obsecuente que no logró nada importante en su vida y fue un parásito sofisticado. Sin embargo y a pesar de estar consciente de esto, tengo el corazón destrozado por este ser insignificante y mis manos anhelan sentir una vez mas el roce de su lomo.

Recuerdo el día que Bianca conoció a Jesús. Mi pequeño hermano sólo tenía dos años y ella acababa de ser separada de su madre y entregada a un mocoso infeliz que gozaba rompiendo la cola de los gatos. Hoy, 16 años después ella se lleva consigo toda su infancia y él vuelve a llorar como bebé.

Necesito lograr que alguien mas sepa que hoy se fue Bianca, fue muy amada, tanto que duele.