martes, 18 de diciembre de 2012

Elefante



¡No, no es otra alerta sobre un cosmiatra empírico! ¡Tampoco es la presentación de la nueva cara de operación sonrisa! Esta mañana me desperté  y decidí cometer un suicidio social, poco silenciso y sumamente destructivo. Me disponía a tomar un baño luego de un sueño reparador; de pronto, al enfrentar al espejo  pude  vivir en carne propia la transición de Buddy Love a Profesor Klump. Me intoxiqué.

Sin duda, enfrento un fuerte golpe a los remanentes de mi vanidad durante la adolescencia. No obstante, tengo la certeza de que a pesar de gozar de un rostro deforme, no me faltará un piropo de los albañiles de las construcciones aledañas; para el hambre no existe el pan duro.