martes, 9 de julio de 2013

La necedad es un perro tratando de masturbarse

Admiro la convicción con que los perros se masturban en piernas ajenas. Esa entrega total ante el deseo, logra que su voluntad se vuelva terca y no existan obstáculos. La decisión más pura, es la de un can que toma una pierna y decide que necesita un orgasmo. Se vuelven sordos ante los insultos de la persona dueña de la extremidad ultrajada e inmunes ante los golpes y empujones que se les pueda propinar.


Esa epilepsia de pasión ante la cual se rinde el mejor amigo del hombre es la lucha por el placer. Ver a un perro hacer de un ser humano un consolador, es un poder mayor tratando de decirnos que en esta vida es necesario aferrarnos a nuestros sueños, frotarnos ante lo que nos haga feliz y lograr ese maravilloso orgasmo de vivir. Es necesario jadear de felicidad.