jueves, 20 de enero de 2011

"No hables sólo sonrie"

Una manzana roja, la más linda; al morderla está podrida. Hay cosas que se ven mejor de lejos, para ser exacta, hay hombres que es mejor mirar de lejos porque cuando te acercas sólo te llevan a la pregunta ¿Si tan solo fuera mudo? Hay hombres tan lindos pero tan lindos que realmente esperas que sean inteligentes, ocurrentes y entretenidos pero una vez que abren la boca sólo tienes ganas de decirles “No hables, querido solo sonríe y procura seguir así de bonito” ¿Existe eso del paquete completo? ¿Acaso enfrentamos tiempos donde ser interesante es sinónimo de un esfuerzo mental extremo?

Solía pensar que cuando Antoine de Saint-Exupéry creó la frase “Lo esencial es invisible a los ojos”, en realidad, creo el discurso perfecto para los físicamente desafortunados. Sin embargo, a medida que voy sumando años he comprendido que el encanto de un hombre radica en su personalidad.

Llega cierto punto en que empiezas a enumerar una serie de cualidades en un hombre (escribí hombre porque ya no estamos para niños). “El amor empieza por la admiración”; conocer a alguien realmente tan capo con tanta pasión por lo que hace. Escucharlo hablar de su trabajo y que te inspire por completo. Yo pienso que ese tipo de hombres logran que se te dilate la pupila con sólo escucharlos decir una palabra pero ¿Dónde crían a esta raza de hombres? ¿En una isla secreta en el Pacifico?

Es tan fácil cruzarte con el hombre “no hables solo sonríe” pero estos muñecos de torta sólo están buenos para lucirlos del brazo en fiestas, en especial, si sabes que estará tu ex con su nueva enamorada quien, coincidencia, es una reina de belleza. Muchachos hermosos que sólo logran que le digas al mundo “voy a tener hijos recontra bonitos”.

Conversaba con una amiga que quedo prendada en el hotel por un muchacho en la noche de año nuevo. Curiosamente este chico no era guapísimo ni mucho menos; simplemente tenía “algo”, esos amores a tercera, cuarta y, hasta quinta vista. El siguiente día no lo volvió a ver, como si la tierra se hubiera tragado a este maravilloso espécimen. Con el tiempo de enemigo y a horas de partir su vuelo,sin pensarlo dos veces, decidió atreverse y buscarlo hasta con perros sabuesos si era necesario. Luego del intento fallido de robar el libro de registro del hotel y preguntarle al señor de limpieza con cámara digital en mano ¿usted ha visto a este hombre?¿lo reconoce? Sin tener éxito alguno; se embarco en la busqueda del futuro padre de sus hijos del cual ni sabia el apellido, en un rastreo magistral por medio de las redes sociales digno de la Interpol y de los mejores servicios de inteligencia del mundo. Finalmente lo encontró y a los pocos días se enteró que el muchacho regresaría al mismo lugar donde se conocieron. Ella ni lenta ni perezosa tomó la decisión de viajar de vuelta y en sus palabras “cuando uno quiere algo, va y lo toma” a lo que no pude evitar decirle “quiero encontrar a un hombre como tú”.

Enfrentamos épocas donde si no vas por lo que quieres y te vuelves una necia, entonces ¿Qué estás haciendo? Siempre conservando un nivel de decoro, claro que pienso que nací para ser perseguida y me considero una hembra perfectamente elegible pero es sumamente apasionante ser, a veces, el gato y no el ratón. Encontrar alguien que haga que te robes un libro de registro y te vuelvas una acosadora en potencia a tal grado de convertirte en candidata perfecta y ganadora de una orden de restricción, así se debe de sentir cuando alguien logra impactarte por completo.

2 comentarios:

machii dijo...

"yo me considero el gato y no el raton" pues es acaso que todas las mujeres hemos sido "aquel raton" en algun momento? es acaso que verdaderamente existio algun especimen que hace que nuestros sentimientos y emociones se erizen y nazca nuestro deseo de ESA busqueda TAN intensa..? esta en nosotras sentirnos asi pues las mujeres, muchas veces, somos aquel gato y ese raton NO PUEDE ESCAPAR.

Ale Odar dijo...

Epoca de atrapar ratones...los gatos sacaron las uñas...