domingo, 15 de abril de 2012

Letra Chica

Hay hombres que van a la caza tocando trompeta, no saben que el silencio es clave al momento de acechar a su presa. Larga vida a los sinceros, esos que te leen la letra chica antes de que firmes el contrato. Son un producto que se vende solo y se vende mal. Ahora comprendo el por qué existen tantos solteros.

La honestidad en las primeras salidas es un arma de doble filo. Ante las preguntas: “¿por qué terminaste con tu última novia?” o “¿cuánto duró tu última relación”, las mujeres no pretendemos conocer sus vidas sino hacer un análisis FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas) de por qué este sujeto sigue en circulación. Un muchacho me contaba que su relación más larga había sido de dos meses, él con 35 años ya cumplidos ¿qué sucedía? Ante esta respuesta es inevitable tildarlo de monógamo serial con un doctorado en relaciones fugaces.

Regresando a la rueda de preguntas, en las primeras citas definitivamente creo que las madres de muchachos en edad casadera deben de enseñarles el fino arte del engaño (si es que sueñan con tener nietos). “Terminamos porque yo era muy infiel y no soportaba que me llame por teléfono los fines de semana” ¡Craso Error! Es como decir la verdad en esas pruebas psicológicas ante la interrogante “¿Piensa usted regularmente en suicidarse?” ¿Quién ,maldita sea, en su sano juicio responde “si”? Se perdona la locura pero no la estupidez.

No puedo disimular mi cara de horror cuando me topo con un amante de “la verdad nos hará libres” y me relata el fracaso de su última relación y encima de todo siempre tilda a su última víctima de “loca”. Si pudiera sincerarme, detener la charla y decir ¿Qué te hace pensar que conmigo sería diferente? Realmente una muerte anunciada y es posible que estos curioso especímenes se defiendan con un “yo te dije que era así desde el comienzo”.