lunes, 17 de octubre de 2011

Alquilada

Cuando tienes enamorado eres como un artículo en una exposición de arte con el cartel de “separado”. Es decir, ¿Por qué siguen exhibiendo el artículo si ya tiene comprador? Ser enamorada es como ser una casa alquilada ¿aún estamos a la venta o se amplia el contrato de alquiler? Es que el hecho de que una se encuentre en una relación, no quiere decir que estés fuera de circulación.

Conversaba con una amiga y me explicaba que de acuerdo con ella no tenemos solo una media naranja. Quizás este mito de la media naranja es un complot para erradicar la poligamia en la sociedad y proviene de los mismos creadores del "alma gemela".

Al minuto que entras en una relación ya nada es igual. ¿Es necesario decir “tengo enamorado”? ¿Por qué el detalle de decir que se tiene enamorado es relevante cada vez que conoces a un chico nuevo? En mi vida he conocido miles de hombres y no ando por ahí dejando en claro que tengo madre, padre o hermanos. Por otro lado ¿no es acaso pretencioso andar divulgando que se está en una relación? ¿Por qué asumir que cada pobre e inocente muchacho que te invita a salir busca "algo" de caracter emocional o carnal contigo? Es decir, al anunciar que se está en una relación, implícitamente se está diciendo “estoy reservada, estás perdiendo el tiempo”.

Decir “tengo enamorado”, te marca con un sello de advertencia para que cualquier posible baile de apareamiento de otro macho sea en vano. Sin embargo, existen los persistentes, un amigo solía decir: “tiene enamorado pero no está casada”.

Cuando tienes enamorado ya no puedes decir “conocí a un chico (…)” porque de inmediato una de tus amigas sale con la pregunta: "¿y le dijiste que tienes enamorado?" ¿Desde cuándo tener enamorado se convirtió en una discapacidad social?
¿Es que acaso no existen las amistades entre ambos sexos sin que todo tenga que girar en torno al sexo? Apuesto que si digo “conocí a una chica (…)” nadie tirara la pregunta: ¿y le dijiste que tienes enamorado?

lunes, 10 de octubre de 2011

Primera Cita

Las primeras citas son salidas de carácter fiscalizador, te vas a la guerra en pro de la reproducción de la especie con las manos frías, el cabello cepillado y un vacío inexplicable en el estómago. Llega una edad en que tus amigas se empiezan a casar y a tener hijos ¿es que acaso la madre naturaleza está intentado decir algo? El reloj biológico avanza y mi vida amorosa sigue igual de inestable que cuando tenía quince años. Me he convertido en un cachorro viejo en vitrina, de esos que ya ni entran en la jaula de la tienda de mascotas.

Es curioso eso de las relaciones largas, acostumbrarte a otra persona. “Conversar con él es como un domingo por la mañana”, por el contrario, cuando recién conoces a alguien se siente como ponerte un vestido apretado y tacos super altos. La primera salida se equipara a una entrevista de trabajo, es decir, existe un protocolo. Si recibes la siguiente llamada luego de la primera cita es como si te dijeran “Usted pasó a la etapa de pre- selección” ¿a qué número de salida eres elevada al puesto de “saliente”? ¿Ser “saliente” tiene algún beneficio? ¿Seguro dental? ¿Planilla? ¿Bono navideño?

Mi prima le dió fin a su relación, luego de pensarlo mucho prefirió decirle el conocido “no eres tú, soy yo” - de hecho era él- a lo que él respondió que había tenido que librarse de mil mujeres para estar con ella ¿debía agradecerle por haberla convertido en “la afortunada”? Luego de un par de semanas decidió regresar al ruedo, pareciera que los machos sienten en el aire tu soltería y se alejan del olor a “hembra no deseada”.

Gracias a los medios tecnológicos, las citas ahora pueden ser monitoreadas por tus amigas. La protagonista de esta historia, mi prima hermana, quien no duda en consultar a su blackberry buscando el consejo femenino cuando una de sus citas choca un iceberg y el silencio se vuelve inminente. En caso la cita fracasé siempre existe la maravillosa fantasía de involucrarse con el guapo camarero de su café preferido, se deleita imaginando todos los cafés gratis que conseguiría.

Siempre que converso con un chico, por primera vez, gasto mis comentarios más ingeniosos y a la siguiente salida no encuentro la manera de superar al “yo” de la salida anterior. Llega un momento en toda primera salida cuando pareciera que flotas fuera de tu cuerpo y eres consciente de que lo estás haciendo todo mal pero no puedes parar, ataques de verborrea.

En toda primera salida, existe un pico alto de perfección es ese en el cual debes de inventar lo que sea para salir corriendo y asegurarte la llamada de la pre selección .Aunque siempre están esas salidas donde regresas a tu casa y empiezas a flotar por el suelo con tus manos frías, el pelo cepillado y un vacio en el estomago que no se va.

miércoles, 5 de octubre de 2011

Salud, Dinero o amor

¿Billetera mata galán? Luego de haber caminado ciertos años por el sendero del amor y sus misterios, llego a la conclusión de que el dinero es una parte importante en las relaciones amorosas. Admito que mi visión puede ser tildada de “metalizada”. No obstante, la experiencia de salir con hombres con los bolsillos con agujeros y la billetera de adorno me han llevado a afirmar que el romance y la miseria son la peor dupla de todas.

Cuando la hermana de mi madre contrajo nupcias, mi abuela dijo: “se casan el hambre y la necesidad”. Años y 4 hijos después, la vida le daría la razón. Sin embargo, no había que ser una pitonisa para saber el fin de la historia o hacernos la pregunta ¿qué se obtiene del cruce entre un militar - no corrupto- y una profesora de colegio estatal? La respuesta a viva voz es: POBREZA.

Recuerdo que salía con un chico que para poder visitarme tenía que levantar cada uno de los cojines de la sala de su casa buscando algún sencillo para pagar el microbús. Sucede que cuando te enamoras, el factor económico es algo puramente superficial. Una de mis amigas terminó con su enamorado por una deuda que ascendía las a 3 cifras. Es decir, cuando decidió terminarlo, no sólo perdía a su enamorado sino que le condonaba la deuda al infeliz moroso. El mismo mes que le dio fin a su relación, el descarado la llamó y le pidió, por favor, conversar con ella. Se encontraron en un café, él la miro a los ojos – muy serio- y le confesó que durante el año de relación le había sido infiel con 3 muchachas distintas. Ella lo miró, lo tomó de la mano y le dijo “eso no me preocupa, lo que me preocupa es saber ¿cuándo piensas pagarme lo que me debes?”

Creo que muchas relaciones funcionaria si viviéramos en los tiempos del trueque. Yo cosecharía papas y las cambiaría con mi galán por camotes. Aunque juzgando por mi suerte, seguro acabaría arando su tierra y cosechando por él.

Hay muchachos que simplifican su vida amorosa en la premisa: “no tengo enamorada porque no tengo plata” ¿Cuándo amar se convirtió en un impuesto o un tributo? ¿A quién quiere celeste, que le cueste?

Una de mis amigas escoge ir al baño siempre que llega la cuenta, una curiosa libre asociación ¿Quién la culpa? La llegada de la cuenta con el mesero descontrola sus esfínteres - atribuiré su "aparente" tacañeria a algún trauma infantil ¿orinar o pagar? - y he ahí el dilema.

En una de mis más célebres relaciones llegué al punto de darle dinero al muchacho para que vaya a rendir su examen en la universidad. Sus padres deberían de indemnizarme o él mencionarme en su discurso de graduación. Aún recuerdo cuando el pobre - literalmente- juntaba cartuchos de tinta para invitarme a ver una película porque la compañia Lexar y el cine hicieron una alianza ofreciendo a sus clientes -pobres- un descuento - la salida se tituló "los miserables".

domingo, 25 de septiembre de 2011

Petición

Llanto:
m. Efusión de lágrimas acompañada frecuentemente de lamentos y sollozos.

Siempre me ha causado una extraña fascinación el llanto – de dolor. Un dolor que el cuerpo no puede contener con un grito y necesita escapar por los ojos.

Miraba a mi gato, su esperanza de vida es de 14 a 16 años – 17, si aceptara entrar a una dieta. Juzgando por mis antecedentes familiares, hay una gran posibilidad de que muera de cáncer – como también hay una gran posibilidad que muera atropellada porque nací despistada e imprudente.

Sin embargo, no me angustia el día de mi muerte. Tengo que admitir que lo me angustia son las redes sociales y mi muerte. Es decir, el día que muera siempre habrá algún ser morboso que quiera mirar las fotos de “quien en vida fui”. Por otro lado, no sólo estaré muerta sino que me sentiré impotente de no poder evitar que alguien me dedique alguna frase cursi apelando a mi vida después de la muerte. Y desde donde quiera que este, maldeciré y le jalaré los pies en la noche a quien se le ocurra poner una foto conmigo de perfil – sumada la frase cursi, obviamente. Repudió , desde ya, a quien se atreva a publicar algo en mi muro después de que abandoné este mundo – no podré leerlo obviamente a menos que a donde quiera que vaya exista banda ancha. Existen instrucciones para cerrar mi cuenta de redes sociales y de quitar mi foto perfil – pobre la persona idiota que piense que la eliminé.

De morir con algo de fama, doy consentimiento para que me citen con alguna frase que refleje mi ingenio y tenga un impacto para quien la lea suelte un suspiro seguido por un sentido: “realmente, una gran pérdida”.

Quiero ser muy clara en el siguiente punto, si muriera mañana los que fueron mis amigos cercanos y sólo ellos tienen permiso de ir a mi funeral – y si quieren tirar un par de lágrimas seguidas por millones de halagos mezclados con frases como: “tan joven y HERMOSA” (ACEPTARÉ VARIACIONES DE ESTA FRASE).Pensadolo bien podría pedir a mi familia que organize un juego de trivias sobre mi vida en la entrada. Sobre mis ex enamorados, no están permitidos de pararse más de 30 segundos frente a mi ataúd – imagino que lanzaran algún insulto, RECUERDEN DIOS LOS ESTARÁ MIRANDO.

Para mis enemigos, debo de matar su ilusión de ver mi cuerpo inanimado (Que vivan con el mito a lo "Monroe" que sigo en este mundo y un día regresare y tomaré venganza) – será ataúd cerrado. Contemplo la posibilidad – aún lo sigo meditando- de pedir que sacrifiquen a mi gato (al desgraciado de la esperanza de vida garantizada) para que me acompañe en mi otra vida.

Para asegurarme de que habrá lágrimas reales, dejo la petición de hacer uso de herramientas multimedia para exaltar la tristeza (fotos – en especial de la infancia, animaciones, música con letras devastadoras).

Por último, si alguien se acerca a mi madre y le dice “yo conocí a su hija, éramos grandes amigos (as)”. Advierto que ella - mi primera vivienda por 9 meses- tiene pleno conocimiento de a quienes considere verdaderas amistades, por lo tanto, no será el dolor hablando cuando desmienta esta versión.

sábado, 17 de septiembre de 2011

5 de Enero

¿En qué parte del enamoramiento una se convierte en portadora de la “Buena nueva”? El amor te vuelve un capítulo parlante de un libro de Deepak Chopra o Paulo Coelho. Un positivismo invade el torrente sanguíneo y para el resto de las que aún esperamos sentadas a que nos inviten a bailar esto resulta tan tedioso como un evangelista tocando el timbre un domingo a las 7 de la mañana para convertirte y salvarte de las garras del fuego eterno.

Una de las peores pesadillas de una soltera es salir con una “convertida” – dícese de la mujer amargada que no creía en el amor hasta que se emparejo con un ente masculino. Desde mi vasta experiencia como soltera profesional, escuchar a una mujer enamorada parlotear acerca de su magnífica relación amorosa es equivalente a salir a comprar ropa con una mujer escultural y que al mirarse al espejo, diga - en tono negativo: “este vestido me hace ver muy delgada” – mientras una va por la enésima dieta a base de alcachofa con boldo en lo que va del año, sin resultado alguno. Más aún, cuando lo más cercano que tuviste a una cita durante la semana fue tomarte un café con tu papá.

Conversaba con una amiga, regresábamos de una noche de parranda, de pronto, me miró y me dijo: “Me cansé de estar sola”.

Recuerdo una noche haber vuelto a casa, sacarme esos tacos incómodos, que nos ponemos para estilizar la figura; quitarme el maquillaje porque “Cosmo” dice que, de no hacerlo, causa envejecimiento y luego meterme a la cama, cerrar los ojos y decir, en voz muy baja “¿Dónde estás?” . Lo que no atiné a decirle ,en su momento, a mi amiga es que su “alguien” existe sólo que aún no se conocen. Por otro lado, debo de decirle a su “alguien” que apure el paso porque ella está empezando a pensar que su existencia es tan real como lo es "papa Noel", "el conejo de pascua" y " el hada de los dientes".


“(…) Pero no amo tus pies
Sino porque anduvieron
Sobre la tierra y sobre
El viento y sobre el agua
Hasta que me encontraron”
(Pablo Neruda Fragmento “Tus pies”)

La noche que lo conocí podría recitarla de memoria y manejarla sin manos. La noche en que yo perdí un avión y él me pidió un cigarro siendo “no fumador”.

domingo, 11 de septiembre de 2011

Long Distance

El amor a distancia es pagar por algo maravilloso pero no tenerlo. Salir con parejas felices de amigos, mirarlos y decirte a ti misma “yo también tengo eso pero, al mismo tiempo, no”. Un extrañar constante necesario para alimentar una necia ilusión.

Una pareja de amigos - de esas que siempre se dice "se van a casar"- terminó su relación,ella quiere recorrer el mundo y él quedarse en el lugar donde lo puso el mundo con ella.Podría decir que ambos han decidido poner llave a sus puertas y arrojarlas a un pozo porque saben que al segundo que tengan la oportunidad de escaparse de su auto-confinamiento van a ir corriendo uno en busca del otro. Entonces me pregunto ¿Si ellos no lo lograron, que esperanza queda para el resto de los mortales?

Soy del club de las solteras, de las que tenemos que, antes de coordinar una salida, llamar a sus amigas para no regresar solas a casa. Del club de las que cuando queremos ver una película romántica vamos directo a la sección de ciencia ficción. Las que hacemos de las pijamadas una terapia grupal y de las que nos repetimos, la una a la otra, que “de amor nadie se muere”.